«Es cuestión de dinero y de sensibilidad». Con esas palabras recriminó ayer el presidente de la Asociación para el Tratamiento de Niños y Jóvenes con Síndrome de Down (Asido) Cartagena, Juan Carrasco, la situación que viven los niños con síndrome de Down o discapacidad intelectual de la ciudad. Y es que, según contó Carrasco en una rueda de prensa para dar a conocer un concierto solidario del colectivo, «hace diez años un 80% de los niños con esta enfermedad estaban escolarizados en colegios convencionales, mientras que ahora no se llega ni al 50%».

Una situación, según contó, que se debe a las políticas regionales, «no a que estos niños nazcan cada vez más tontos», tanto en materia social como presupuestaria. De hecho, Carrasco indicó que «hace tres años se recortó la inversión en Educación un 60%» y, aunque este año se ha vuelto a incrementar, «apenas ha sido un 5%».

De esta forma, el presidente de Asido apeló a la sensibilidad y la concienciación de técnicos y padres, ya que «la integración que no se realiza en los colegios es baldía y hemos percibido que la integración en los centros escolares ordinarios va un paso para atrás». De hecho, Carrasco criticó que se derive a los centros de educación especial a niños que apenas cuentan con seis años. «Es un error, porque a esas edades aún pueden demostrar que son válidos y que pueden tener un gran futuro entre sus conciudadanos», dijo, aunque matizó que «no estamos en contra de los colegios de educación especial, que hacen una gran labor, pero antes se derivaba allí a los niños con diez y once años que quizá habían demostrado que no se adaptarían a la enseñanza ordinaria, pero no a los seis».

Una reivindicación que vio continuidad en el concejal de Calidad de Vida, Francisco Calderón, también presente en la rueda de prensa junto a la edil de Servicios Sociales, Carmen Martín; que denunció «los recortes sufridos a nivel regional en materia de Asuntos Sociales, Igualdad e Integración» y aprovechó la ocasión para exigir a las consejerías de Sanidad y Educación «que no se hagan recortes en estas materias».

Actuar cuanto antes

De hecho, Calderón explicó que es en los primeros años de aprendizaje cuando hay que actuar, ya que así se facilitaría la inclusión social de los niños con síndrome de Down. Una apreciación compartida por Carrasco, que afirmó que «no podemos esperar 2 ó 3 años a poner en marcha planes encaminados a la inclusión social de los pequeños, por lo que somos las propias asociaciones las que los ponemos en marcha a la espera de que luego pueda llegar algún dinero de apoyo».

El presidente de Asido se refirió al proyecto 'Club del juego' con el que el colectivo fomenta la inclusión de los niños con Síndrome de Down y discapacidad intelectual con el resto de sus compañeros en sus colegios.

Fondos propios

En este sentido, Carrasco explicó que este tipo de programas se ponen en marcha ante las necesidades del colectivo, con recursos propios, «porque no se puede perder un segundo con las personas con síndrome de Down para facilitar su inclusión».

Así, el presidente de Asido fijó en el entorno escolar la raiz de la socialización de las personas y en las relaciones con niños de sus mismas edades la matriz de su inclusión social. «Es la época de la vida donde uno se convierte en persona, donde aprendemos a estar con los nuestros y ahí trabajamos». De esta forma, el programa 'Club del juego' incentiva la relación entre niños con síndrome de Down y el resto «para que vean que aunque parecen diferentes tienen los mismos gustos y se divierten de la misma manera», explicó el dirigente de Asido Cartagena.