La doctora Raquel Palacios Delgado ha elaborado la exposición 'Niños geniales: Cómo estimular a la genialidad de los niños de los cero a los seis años' en la que se les explica a los padres las distintas formas de aprender y desarrollar la inteligencia de un niño dentro del núcleo familiar. Esta médico de familia ha comprobado los efectos del método Glen Doman en su propio hijo y ahora enseña a aplicarlos mediante la elaboración de juguetes o la utilización de material tecnológico para así conseguir niños brillantes y capaces.

¿Qué ámbitos del aprendizaje se desarrollan en la charla para ayudar a los padres?

Los niños tienen la capacidad de aprender muy rápido. Su cerebro se desarrolla de los cero a los seis años y en ese tiempo pueden absorber muchos más conocimientos de los que pensamos. Yo uso el método de Glen Doman, que se centra en el conocimiento enciclopédico. Por ejemplo, si un niños ve un perro y pregunta qué es eso, en vez de decirle que es un 'gua gua', le podemos decir que es un perro; y si sabemos su raza, le podemos decir que es un perro de raza chihuahua. Eso es el conocimiento enciclopédico y es algo que quedará en el niño para siempre.

¿Hay entonces niños más válidos y menos válidos?

En absoluto. Todos los niños nacen con los genes de Leonardo DaVinci, pero si le das basura, obtendrás basura. Por eso, el trabajo de los padres para obtener niños brillantes es fundamental. Ser padres no es para cobardes que deleguen el aprendizaje en otras personas extrañas, que no le aportarán el mismo cariño y entusiasmo.

¿Qué técnicas trabaja con los padres para conseguir niños inteligentes?

Los niños que están en la franja de edad de la que hablamos ( de cero a seis años) necesitan solo 90 segundos para aprender cualquier cosa. Si un niño está pataleando y le damos un sonajero, en 90 segundos ya habrá aprendido todo sobre el sonajero y volverá a estar inquieto. La clave son juguetes que tengan muchos colores, muchas formas, bloques para construir o deconstruir y que experimenten con distintas combinaciones.

No se necesitan entonces juguetes demasiado caros...

Claro que no. Una de las cosas que hicimos en la charla fue aprender a realizar nuestros propios juguetes con cartulinas o materiales muy asequibles. Por ejemplo, con cartulinas de distintos colores podemos hacer letras y cada día ir sumando una letra al juego. Así, un día aprende una letra, al siguiente aprende dos y sus combinaciones, al siguiente tres y sus combinaciones, hasta que en cuestión de días sabe todo el abecedario. Los niños son genios de la lingüística, pueden aprender cualquier idioma sin ninguna dificultad, porque para ellos es un juego, descubren cosas nuevas.

Igual pasa con las matemáticas o las notas musicales.

Y para los padres que trabajen, ¿no requerirá demasiado tiempo?

Lo importante es que se hagan muchas repeticiones y de forma muy rápida. Con diapositivas en el ordenador se les pueden enseñar todas las clases de plantas o animales, con sonidos e imágenes. Eso no lleva más de media hora, que muchas veces se desperdicia con cosas menos útiles. Además, si se les enseña con entusiasmo, los niños lo recibirán con entusiasmo y cariño, generarán un respeto mutuo entre el papá y el niño. El primero porque se da cuenta de lo que su hijo es capaz de hacer y el segundo porque ve a su padre como fuente para descubrir y jugar.

Entonces, ¿qué papel juega el colegio en su aprendizaje?

El cole debe entenderse como una forma de relacionarse con otras personas y socializar, que también es muy importante para el desarollo de su inteligencia. Por supuesto, también para aprender conocimientos, pero si un maestro trabaja con niños capaces, cada vez se irá incrementando su nivel y aprenderán antes a leer, a contar o a hablar diferentes idiomas.

En ese aspecto, ¿qué carencias tiene el sistema educativo español para los niños de cero a cinco años?

Aunque no lo conozco demasiado, sí que habría cosas que mejorar. En general, no se usa demasiado el conocimiento enciclopédico y es una pena, porque los niños pueden asimilarlo perfectamente. Quizá también el aprendizaje de los idiomas, que requieren personas que lo hablen muy bien. Y los deberes. En España, después de la jornada de colegio donde ya deben haber aprendido, mandan muchos deberes y eso agota demasiado.

Además del colegio, muchos niños asisten a actividades extraescolares, algunos incluso a varias, ¿influye también esto en el desarrollo de niños inteligentes?

A veces los padres hacen cosas que no son útiles. Si el niño no va a ser futbolista profesional, ¿por qué llevarlo todos los días a fútbol o a clases de natación? Funciona mejor ir con ellos un sábado juntos a jugar o a nadar. Lo disfrutan más, no están tan agotados y se crea ese vínculo del que hablaba antes. Los niños tienen que aprender con entusiasmo, diversión y cariño que solo sus padre pueden darle, y así, descubrir y aprender será un placer y no una obligación.