La autoescuela Príncipe de Asturias, junto con la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (MCT), llevan a cabo una iniciativa, pionera en Cartagena y en la Región de Murcia, dirigida a conductores de vehículos 100% eléctricos. Esta colaboración ha surgido tras la incorporación de nuevos transportes eléctricos a la ya existente flota ecológica de la MCT compuesta por más de 140 vehículos en toda España, entre los que se encuentran vehículos híbridos. Ante la llegada de un mayor número de coches de este tipo, la Mancomunidad quiere formar a sus trabajadores para una conducción más segura y eficaz.

El papel de la autoescuela Príncipe de Asturias en esta iniciativa es impartir cursos de manejo, mantenimiento y recarga de vehículos eléctricos. Se trata de los primeros cursos que se imparten en el municipio para la formación automovilística eléctrica. Los imparte el profesor Javier Sánchez Nieto, director de la autoescuela.

No es la primera vez que ambas corporaciones trabajan juntas para la enseñanza automovilística de sus trabajadores. Años anteriores, estos ciclos se centraron en informar acerca de la conducción de transportes pesados y vehículos de características especiales.

El interés tanto por parte de los asistentes, un total de 15 trabajadores de la MCT, como de los trabajadores de la autoescuela ha sido un éxito dando por concluido este proyecto pionero en la Región de Murcia, que pretende gracias a la incorporación de vehículos eléctricos, reducir las emisiones contaminantes y de efecto invernadero.

Gracias a la electricidad como única fuente energética, el vehículo se puede recargar a través de un enchufe en diferentes zonas habilitadas para ello. En Cartagena, más concretamente en la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, se encuentra la única estación de carga con cuatro tomas diferentes, según el modelo de vehículo, a diferencia de otras zonas habilitadas que disponen de un único modelo de toma.

Sin combustible

Los vehículos eléctricos tienen una baja autonomía, ya que sólo pueden recorrer 200 kilómetros de distancia con una recarga, menos de la mitad de lo que haría un coche de gasoil, que puede llegar a hacer 600 kilómetros con el depósito lleno, según subraya Javier Sánchez, titulado en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), quien añade que aunque los vehículos convencionales tienen una mayor autonomía, «los eléctricos aportan mayor rentabilidad económica a largo plazo» al no necesitar combustible para su funcionamiento. Además, otra de las ventajas que ofrecen es su conducción, mucho más sencilla al ser automáticos y carecer de marchas manuales.

La MCT espera que esta nueva iniciativa sea eficiente al aunar una conducción económica y a la vez más ecológica que un vehículo de combustible e incluso un híbrido. Por el momento, autoescuelas como Principe de Asturias están estudiando la posibilidad de implantar un vehículo eléctrico en sus clases prácticas por sus numerosas ventajas.

El elevado coste de compra de un coche 100% eléctrico unido a la carencia de marchas son los únicos inconvenientes que las autoescuelas encuentran para implantarlos en sus empresas. En caso de adquirirlos, los alumnos en pleno aprendizaje tendrán que manejar tanto el vehículo eléctrico como el de combustible para comprender el sistema de marchas manual, durante su formación.