Un total de trece técnicos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) y el Instituto Español Oceanográfico (IEO) zarparon ayer del puerto a bordo del buque Ángeles Alvariño para iniciar la segunda expedición al pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundido en 1804 a 1.200 metros de profundidad, con el objetivo de completar la excavación subacuática a más profundidad de la Unión Europea.

El director del Arqua, Iván Negueruela, que comandará el equipo de arqueólogos, señaló que, «si el buen tiempo acompaña», se podrá tener un «conocimiento exacto» del pecio, que en agosto de 2015 ya fue excavado en un 65% de su extensión.

Negueruela detalló que en la travesía pretenden hacer un mapeado completo del fondo marino donde se sitúan los restos de la fragata hundida por la Armada inglesa en 1804 a 40 millas de Cádiz, y localizar los «muchos materiales» inventariados en el Archivo General de Indias y que aún no han aparecido «pese a la acción de piratería protagonizada por los cazatesoros de Odyssey», dijo el director del Arqua.

Asimismo, Negueruela se mostró «muy optimista» con la campaña y confió en concluir con un «resultado muy exhaustivo» sobre el yacimiento subacuático.

Los arqueólogos estarán asistidos técnicamente por el equipo del IEO liderado por el jefe de flota José Ángel Díaz, quién concretó que dispondrán de un equipo compuesto por ecosondas, un ROV (vehículo submarino por control remoto) y sendas cámaras de alta definición, una de vídeo y otra de fotografía -novedad en esta expedición-, con las que pretenden realizar el mapa oceanográfico (batimétrico) del yacimiento.