Más de medio millar de jóvenes aficionados a los coches tuneados se concentraron el viernes noche de forma clandestina en el aparcamiento del centro comercial Mandarache de Cartagena. La cita, que pilló por sorpresa a las autoridades, fue organizada por el perfil 'Stanceslide' a través de la red social Facebook. Dicho evento también fue impulsado por la página del club tuning Levante Racing. A ella acudieron personas de incluso otras provincias limítrofes como Alicante. Se pudieron ver decenas de coches tuneados de marcas como BMW, Nissan, Seat, Citroën, Ford...

La II Night Meet Mandarache, que es como se denomina este evento, sirvió para que los conductores vacilarán con las modificaciones de sus vehículos. Los acelerones y los derrapes fueron los auténticos protagonistas de la velada. Todo esto ocurrió pasadas las once de la noche del viernes y sin ningún tipo de autorización, ya que desde la dirección del centro comercial cartagenero señalan que en sus estatutos tienen prohibido este tipo de concentraciones. Asimismo, aseguran que denuncian estas concentraciones ante la Policía. También lamentan que esto les hace perder clientes y les genera gastos de limpieza. «Si los agentes no actúan, no podemos hacer nada», concluyen resignados los propietarios de Mandarache, que desvelan que los comercios pueden reclamarles daños y perjuicios por esto.

Resaltar que no se trata de un botelleo al uso, ya que como pudo comprobar LA OPINIÓN, apenas unos pocos grupos de jóvenes llevaban botellas para beber alcohol junto a las ruedas de sus vehículos. No obstante, el problema de este tipo de quedadas clandestinas es que las pericias al volante de estos amantes de los alerones y las luces de neón ponen en peligro la integridad de quienes se encuentran en la zona al poner en marcha una conducción temeraria de sus bólidos.

¿Carreras ilegales?

Los cines del centro comercial y el restaurante Mcdonalds estaban llenos de gente cuando se produjo la fiesta. Fuentes consultadas por esta Redacción afirmaron que la Policía Local descubrió la quedada cuando ya habían decenas de automóviles, en pleno apogeo de la fiesta. Las citadas fuentes añadieron que, ante la falta de agentes de servicio en el núcleo urbano, los municipales optaron por no intervenir para no poner en peligro su propia integridad física.

La cita prosiguió después con una ruta hacia Portmán. La Policía apunta que estos conductores suelen hacer carreras ilegales para medir sus coches. Se desconoce si los derrapes y acelerones fueron a más en la curvas que llevan a la bahía unionense.