La comisión de investigación sobre la construcción del Auditorio El Batel, que se constituyó hace cinco meses, mantuvo una reunión ayer que fue presidida por la concejala de Hacienda, Isabel García, a la que asistieron representantes de los grupos municipales. García lamentó que los mecanismo que la ley exige para el control «hayan sido ineficaces, y todo apunta a, como mínimo, responsabilidades técnicas y políticas». El encuentro se centró en la fase previa al inicio de la construcción. Más adelante, habrá que profundizar en el tema de la construcción y modificaciones para, finalmente, abordar la entrega del edificio y sus posibles deficiencias, señaló la concejala.

García destacó que lo primero que hay que cuestionarse es la decisión política de la ubicación del Auditorio, «medida a todas luces errónea y sobre la que no consta ningún reparo administrativo, hecho éste extraño por los evidentes riesgos del emplazamiento elegido». No obstante, añadió que «debemos delimitar en esta etapa inicial la posible responsabilidad de José Selgas quien, tras adjudicarse el concurso de ideas, fue responsable del proyecto de ejecución y de la dirección técnica».

En opinión de García, no se trata de desdeñar las responsabilidades municipales, «pues el Ayuntamiento es el promotor y, por tanto, responsable directo, pero Selgas detectó que el estudio geotécnico resultaba insuficiente y pidió uno nuevo, pero no hay ningún documento comunicándolo al Ayuntamiento».

También se investiga si se conocía la necesidad de un modificado de proyecto antes de iniciar las obras, pues en agosto de 2004 ya hay constancia de la confección de éste y ni el director facultativo ni el contratista reflejaron este hecho; el hecho de que no se resolviera el contrato al conocer estas complicaciones añadidas y el encarecimiento de la obra; las dudas sobre la interpretación de las condiciones geotécnicas del terreno, así como el desplazamiento del edificio respecto del Arqua no contemplado en el concurso.