La Demarcación de Carreteras del Estado concluirá las obras de mejora de los accesos a Cartagena por la autovía A-30 a finales del próximo agosto, con un mes de retraso según el calendario inicial, confirmaron a esta Redacción desde el ministerio de Fomento. Los trabajos presupuestados en 2,6 millones de euros se iniciaron a finales del pasado marzo y desde entonces los accesos a la ciudad por la autovía han sufrido constantes cortes de tráfico.

En principio estaba previsto que las obras se prolongarán durante cuatro meses, pero se ha preferido dar prioridad al tráfico en detrimento de la resolución de los trabajos para no interferir en la circulación y minimizar las molestias a los ciudadanos, indicaron las mismas fuentes.

Sobre este punto, recordaron que al margen de las condiciones climatológicas que hayan podido influir en el desarrollo de esta actuación, «las obras se interrumpieron durante la Semana Santa».

Asimismo, indicaron que «los trabajos marchan a buen ritmo y ya han terminado en uno de los dos carriles -el de entrada a Cartagena- y ahora están centrados en el otro. Cuando finalicen se abrirá la circulación, aunque continuarán por debajo sin que sea necesario alterar la circulación».

Puente afectado por la polución

Los trabajos consisten en la reparación del tablero, pilares y sustitución de sistemas de contención del viaducto por otro más moderno y resistente adaptado a la normativa de Fomento de 2014. Esta operación está permitiendo reparar los daños detectados en el citado puente, especialmente en el entorno de la antigua fábrica de Potasas y Derivados, debido al efecto negativo que han tenido las emisiones a la atmósfera sobre la estructuras de la autovía A-30.

Los cortes de tráfico han provocado retenciones en la carretera de Torreciega, a la altura del polígono industrial Cabezo Beaza, ya que muchos conductores han utilizado este tramo como vía alternativa para salir de la ciudad. De hecho, durante los dos primeros meses los atascos y caravanas de vehículos fueron una constante diaria. Esta situación ha mejorado con la llegada del verano, ya que el tráfico se ha reducido aunque los problemas se reproducen en las horas punta.

Otro de los tramos que también se ha visto afectado por las citadas obras ha sido la antigua carretera de La Unión, ya que muchos conductores utilizan esta vía para salir de la ciudad desde la plaza de Bastarrache y acceder a la autovía A-30.

La otra vía alternativa para entrar a Cartagena que se está utilizando desde hace más de tres meses y medio es la entrada a la ciudad por la salida que va hacia el hospital de Santa Lucía y el Puerto.

Otra circunstancia que la Demarcación de Carreteras ha tenido en cuenta ha sido la de parar las obras durante los fines de semana. De hecho, la idea inicial era comenzar las obras antes, pero fueron atrasadas para evitar que incidieran negativamente con la llegada de turistas y visitantes durante las procesiones.

Estos trabajos no se pueden desarrollar con tráfico debido a que requieren maquinaria de alta potencia y a la peligrosidad que entrañaría una eventual salida de la calzada de un vehículo, que colisionaría con las barreras provisionales ubicadas el borde del tablero, lo que podría dar lugar a una caída con un gran desnivel, circunstancia que se podría agravar porque el viaducto pasa por la línea de ferrocarril que une Cartagena y Madrid.

De este modo, si las previsiones de Carreteras se cumplen las obras finalizarán antes de que comience el curso escolar y regresen la mayor parte de los ciudadanos que tienen su segunda residencia en las playas del litoral cartagenero.