«Todos los de esta sala vamos a mentir alguna vez», afirma el Comisario de Policía, Ignacio del Olmo, quien trata de desmitificar la mentira en un curso de verano de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Como policía, se encuentra a diario con mentirosos. Asegura que le es muy útil conocer cómo se comportan cuando están diciendo la verdad a fin de detectar los testimonios veraces.

La policía tiene varias formas de detectar la mentira. Una de ellas consiste en diferenciar si hay concordancia o no en el testimonio, las emociones que determinadas preguntas generan, y la comunicación cognitiva. «Los mentirosos hablan de forma diferente cuando mienten y cuando dicen la verdad, saber detectar esas disonancias permite saber que esa persona está mintiendo», señaló. No obstante, se puede saber que una persona está mintiendo, «pero no qué pasa por su cabeza; esto no es la panacea», señaló ayer durante la inauguración del curso.

Además, alertó acerca del fenómeno de los 'falsos culpables', que alude a que cuando una persona dice la verdad si sabe que no la están creyendo, se comporta como si estuviese mintiendo. Se conoce como el 'efecto Otello', basado en el drama de Shakespeare en el que Desdémona dice la verdad, pero su marido no la cree y la mata. «Hay que tener mucho cuidado, las personas somos mejores mentirosos que detectores de mentira porque aprendemos a mentir desde pequeños y a detectar la mentira a lo mejor no aprendemos en la vida».

En el ámbito judicial, la fiscal jefe de Cartagena, Carmen de la Fuente, destacó que se aprende a «vivir en el filo de la navaja» porque la frecuencia de mentira «es muy alta». Añadió que «si no tenemos una prueba fehaciente para condenar a alguien, siempre se opta por la absolución», aseguró.