La explosión de la hostelería en el centro ha supuesto la apertura de múltiples locales, pero también ha provocado que establecimientos de los llamados ´de toda la vida´ echen el cierre. Es lo que ha ocurrido con El Rincón de Miguel, en la calle Bodegones, famoso por sus montaditos y en concreto por el Reglamento. De hecho, el local tenía el sobrenombre de ´El rey del Reglamento´, en honor al montadito de lomo. Antes, fue El rincón de Pepe. Adiós a un histórico.