Todas las playas de Cartagena estuvieron ayer por la mañana sin socorristas. Los voluntarios de Protección Civil, que se encargan de su vigilancia, han ido a la huelga indefinida. Según los convocantes de la protesta, sólo las 11 zonas de baño con bandera azul tendrán vigilantes hoy, ya que este jueves será la primera vez que se incorporen -dos semanas más tarde de lo previsto- los socorristas contratados por una empresa externa que gestiona el servicio en estas playas con distintivo de calidad. El resto de zonas de baño del municipio, la mitad, seguirán sin socorristas «hasta que no readmitan a Martín Toledo como jefe y nos mejoren las condiciones de trabajo», apuntan los voluntarios, que quieren ser dados de alta en la Seguridad Social. No obstante, el Ayuntamiento defiende que su situación es «completamente legal».

Este colectivo, que aglutina a unas 300 personas, aunque la vigilancia de playas compete a poco más de medio centenar de efectivos, cobra 40 euros en concepto de dieta por una jornada laboral de casi 12 horas. Los voluntarios denuncian que no tienen suficientes días de descanso y llevan sufriendo «un maltrato y acoso continuo y constante». Además, critican que «la concejalía de Seguridad tiene intención de incorporar a la coordinación a una persona ajena, que esta expedientada y apartada de Protección Civil, no teniendo en cuenta nuestras necesidades, criterio ni opinión».

Vicealcaldía informó de que el edil de Seguridad, Francisco Aznar, se reunió ayer al mediodía con los voluntarios y les prometió que creará una comisión para atender sus demandas y que tendrá en cuenta su opinión a la hora de nombrar nuevo jefe del servicio de Protección Civil.

Fuentes del Gobierno local indicaron que, al parecer, la decisión del hasta ahora coordinador de Protección Civil, Martín Toledo, de presentar su renuncia se deben a las discrepancias que ha mantenido en los últimos meses con su superior y jefe del Parque de Bomberos, Francisco Gómez Ávalos. Esta redacción trató sin éxito de hablar con este último.