­Los vecinos de Cabo de Palos reconocen que el dispositivo policial desplegado en la zona para evitar el botelleo en las proximidades de las viviendas ha surtido efecto durante el pasado fin de semana, aunque algunos residentes tuvieron altercados con jóvenes que salían de las discotecas de la zona a primera hora de la mañana del sábado y el domingo.

Así ocurrió con una vecina de Cala Flores, que recriminó el comportamiento de un grupo de personas que estaban armando escándalo en la playa, mientras paseaba a su perro. Tras una discusión, decidió abandonar la playa y seguir con su paseo.

A los pocos minutos, mientras charlaba con dos personas en la calle, el grupo pasó por al lado con su vehículo. Una chica que iba de copiloto agarró a la vecina por el cabello y la conductora aceleró. «Tuve que correr para no perder el pelo, pero me caí y el coche pasó por encima de mi mano», recuerda la agredida. Afortunadamente, el resultado son magulladuras y un fuerte dolor en la articulación. La víctima acudió a poner la correspondiente denuncia ante las autoridades policiales y ahora espera que se resuelva el asunto.

También otros residentes indicaron que durante la noche llamaron en diversas ocasiones a la Policía Local para que enviaran una patrulla para resolver algún altercado, pero desde la sala del 062 les indicaron que todas las unidades estaban ocupadas en ese instante.

Apertura de discotecas

No obstante, según indicó la presidenta de la asociación de vecinos de Cabo de Palos, Cristina Aguado, el balance del dispositivo policial es favorable, ya que se evitó que se hicieran botelleos en la zona de Mercadona y en el centro comercial Las Dunas y apenas hay quejas de los residentes. «Las patrullas estuvieron toda la noche dando vueltas por la zona para evitar que los jóvenes hicieran botelleo y lograron que se desplazaran al aparcamiento de la discoteca Trips, que abrió el viernes», dijo Aguado, quien destacó que «es verdad que este fin de semana no ha habido tanta gente como el anterior, con el puente del Día de la Región y el término de las clases, pero esperemos que el dispositivo siga igual».

Y es que, una de las cosas que temen los vecinos es que baje el control policial y los jóvenes vuelvan a los lugares habituales de botelleo. «Si la presencia policial continúa, al final se cansarán al ver que no pueden beber en las zonas de siempre y se irán a donde sí que pueden», explico la presidenta vecinal.

Desde el Ayuntamiento insisten en la dificultad de controlar a los jóvenes que acuden a hacer botelleo, pero señalaron que el dispositivo policial continuará durante el verano.