El lema de la institución impregnó toda la jornada: «Caridad y amor al prójimo». Así lo destacó el presidente de la Hospitalidad de Santa Teresa, Vicente Villar, durante la misa con motivo de la celebración del centenario de la institución en la basílica menor de la Caridad. Fue el primero de los dos actos organizados por la Hospitalidad para conmemorar su siglo de existencia. Villar rogó porque «las generaciones venideras se adapten a las necesidades de los más vulnerables» y destacó el compromiso de todos los que conforman la institución de seguir trabajando como hasta ahora.

Tras Villar fue el vicario general de la diócesis de Cartagena, Juan Tudela, quien ofició la misa en lugar del obispo José Manuel Lorca Planes, en Jaén. Tudela comenzó su sermón destacando que «cien años es una cosa seria, muy seria», para recordar la actitud de la Virgen, que dedicó su vida a los más necesitados, quien «entregó su vida para que otros tengan vida, como hizo Jesús», dijo el vicario.

Tudela enfatizó que Cartagena «siempre ha sido pionera en la aventura de la caridad» y destacó la labor de la Hospitalidad en ayudar a los necesitados en lo más primario, «vistiendo al que está desnudo; dando de comer al que está hambriento o proporcionando techo al que está sin hogar».

El vicario también quiso dedicar unas palabras al futuro: «Que estos cien años nos den vigor y reaviven en nuestro corazón el servicio al prójimo. Así se es cristiano».

El segundo acto de la jornada tuvo lugar en los salones de La Dama de Oro, en la calle Asdrúbal, donde los asistentes, entre los que se encontraban varios concejales del PP y Ciudadanos, aunque ninguno de PSOE, MC y Cartagena Sí Se Puede, tomaron el almuerzo con los protagonistas de la celebración: aquellos que con su trabajo desinteresado ayudan a los más necesitados a través de la caridad y el amor de una institución centenaria que continúa mostrando la caridad de los cartageneros.