¿Cómo está Alumbres?

Todo es mejorable. El pueblo está a un nivel aceptable. A partir de ahí, pueden hacerse cosas. Por ejemplo, ahora están haciendo la segunda fase de las obras de la carretera. Lo que nos interesa es que se pongan cuanto antes a reparar las aceras de la calle Mayor.

¿Qué lío hay con las aceras?

La calle principal del pueblo tiene casas de más de 100 años y cada una está construida como se pudo. Así que hay desniveles entre los portales y las aceras. El problema está en que la vía es una carretera general y, por tanto, depende de la delegación de Carreteras y no del Ayuntamiento.

¿Cómo se puede arreglar?

En el año 2014 el Gobierno de Pilar Barreiro tuvo la posibilidad de quedarse con la carretera. Iba a recibir ayudas económicas, pero el PP no quiso. Hay que volver a solicitarlo. Es una lástima, porque hay gente con movilidad reducida que no puede ni salir de su casa.

Otra de sus preocupaciones será el valle de Escombreras...

Sí, claro. Escombreras nos da vida y trabajo al pueblo, pero también preocupaciones. Yo no tengo capacidad para valorar si esto compensa. Lo que sé es que gracias a Repsol hay un complejo industrial que da trabajo a su entorno. Lo único que tenemos que hacer nosotros es vigilar la producción que hay en la refinería y la de las otras empresas del Valle. Queremos que respeten las normas medioambientales, que los controles funcionen y todo sea más efectivo. Nos han dicho que dentro de poco tendremos nuevas casetas de control medioambiental.

¿Qué supone para Alumbres la parada técnica de Refinería?

Una parada técnica como esta da empleo al pueblo. Durante mes y medio la plantilla aumenta en mil y pico personas. Muchas de ellas vienen a Alumbres a comer y eso se nota. De todos modos, reivindicamos que haya más empleo en la refinería para la gente del pueblo. Como mucho, conozco a no más de diez personas de Alumbres que trabajan directamente en Repsol.

¿Les preocupa su salud?

Claro. Aunque aquí el problema que tenemos es que faltan médicos en el consultorio. En época de gripe tenemos que esperar hasta siete días para que el médico nos vea el catarro.