La Autoridad Portuaria de Cartagena ya ha adjudicado las obras de demolición de los cuatro quioscos del paseo del muelle Alfonso XII, que comenzarán este mes, avanzó ayer a esta Redacción el presidente del Puerto, Antonio Sevilla. El proyecto contempla también la regularización de toda la superficie de la explanada para homogeneizarla con todo el pavimento existente, así como el acondicionamiento de los aparcamientos subterráneos que se ven afectados por las obras. «Habrá que impermeabilizar la superficie, ya que debajo está el parking», apuntó.

Además, estos trabajos incluyen el tratamiento de unas franjas de pavimento en unas zonas de rodadura que afectan también al acceso del atraque de cruceros, justo enfrente de la Escala Real, y al carril de salida que pasa por delante del Mare Nostrum. En esta zona se va a arreglar el pavimento -ya que quedan restos de adoquines- para que haya una integración con los suelos que había antiguamente y el resultado sea más homogéneo, detalló el presidente de la Autoridad Portuaria, quien añadió que esta actuación se prolongará entre uno y dos meses, con lo que concluirá entre finales de junio y julio, y que cuenta con un presupuesto de entre 200.000 y 300.000 euros.

«La obra está muy fraccionada al estar en una zona peatonal y se tiene que ir haciendo por trozos. Los cortes de tráfico serán mínimos, sólo los días que se esté aglomerando, uno o dos días máximo y por carriles alternos, con lo que la circulación en el paseo del Muelle seguirá funcionando», añadió.

Sevilla recordó el ofrecimiento hecho al ayuntamiento de Cartagena para que proponga a la Autoridad Portuaria «qué quiere hacer ahí. La idea del Puerto en su día era lanzar un concurso de ideas para ver qué se colocaba allí, pero desde luego tiene que ser un uso que sirva para disfrute de los habitantes de Cartagena y también para que lo aprovechemos para hacerlo más atractivo para los cruceros».

Hace casi cuatro años, la Autoridad Portuaria encargó a una consultora una encuesta para los cartageneros aportaran iniciativas para el futuro diseño del muelle. La principal conclusión fue que los ciudadanos querían ver el mar y más zonas de sombra, como publicó este periódico en julio de 2012. En diciembre de ese mismo año, la llegada del tesoro de la fragata 'Nuestra Señora de Las Mercedes' modificó los planes del anterior Gobierno, y un año después, lo único que sí estaba claro es que los citados quioscos serían derribados debido a que todos los negocios de hostelería, que se habían instalados en ellos, habían fracasado.

Sobre qué se podría ubicar en el espacio libre que dejarán los quioscos, Sevilla comentó: «Creo que habría que dotarlo de algún establecimiento de hostelería con unas condiciones que permitan renovarlo con la frecuencia requerida porque a veces a los negocios les cuesta triunfar». Respecto a las conversaciones con el alcalde de Cartagena sobre la reforma del muelle, indicó que «su idea era dejar diáfano aquello para que se viera la Muralla, y nosotros habíamos propuesto en la zona en la que está la antigua galería del atraque de cruceros hacer el tipo de instalaciones que ya he comentado. Pero, aunque sea terreno del Puerto, lo que queremos es que el Ayuntamiento, que es el que representa a los ciudadanos, opine sobre lo que hay que hacer allí».