Querido alcalde, con el debido respeto: Cuando los oigo a ustedes (los políticos en general) hablando de este o de aquel problema y de sus posibles soluciones o intentando justificar alguna situación comprometida, sobre todo en épocas electorales como la que otra vez tenemos encima, a menudo me acuerdo de una frase que, siendo un crío, me decía mi abuela cuando me regañaba por algo y yo, incauto de mí, osaba contestarle: «¡Qué bonico estarías con la boquica cerrada!». Le digo esto porque la semana pasada me sorprendió la intervención del presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, en el pleno de la Asamblea Regional.

Su presidente y el mío, -según publicó LA OPINIÓN el viernes pasado-, dio por finalizada la crisis en la Región al asegurar que el PIB regional de este año será similar al que había en 2007, antes de que se iniciara esta etapa de recesión económica. Esto hará posible, según afirmó el presidente en la Cámara autonómica, que el Gobierno pueda cumplir sus expectativas para esta legislatura, en la que pretende «reducir la tasa de paro hasta el 15%, alcanzar la cifra de 620.000 ocupados y conseguir que el 35% de la población murciana sea cualificada».

¡Qué decepción! Le aseguro, alcalde, que tenía la esperanza de que este presidente, al que conozco desde sus tiempos como responsable de las Nuevas Generaciones del Partido Popular y diputado regional, cambiase la forma de entender la gestión pública de su antecesor y mentor, Ramón Luis Valcárcel. Pero veo que, lamentablemente, todo sigue igual: dándoles falsas promesas a la gente con tal de asegurarse unos cuantos votos.

No creo que sea yo el único que recuerde los compromisos adquiridos e incumplidos por el señor Valcárcel con todos nosotros durante tantos años. Por poner sólo un par de ejemplos se me ocurre aquello de que tendríamos un aeropuerto internacional de primer orden sin costarnos un duro o que el AVE llegaría a la Región (incluida Cartagena) hace ya no sé cuanto tiempo. Por no mencionar la regeneración de la bahía de Portman que fue uno de sus primeros ´faroles´. Y ahora viene el señor Sánchez y en lugar de reconocer los errores que se han cometido y tratar de enmendarlos, sigue dándole hilo a la cometa.

Para que no se me tache de antisistema, manipulador o radical me fijaré en informes nada sospechosos como podrían llegar a calificar los elaborados por los partidos políticos que no sean el suyo, algunas ONG´s o los propios sindicatos. Veamos, el secretario general de Cáritas Diócesis de Cartagena, Juan Antonio Illán, lamentaba en una entrevista que publicó Europa Press, a principios de año, que «la recuperación económica no está llegando a los más necesitados y el número de personas que ha acudido en 2015 a sus Cáritas Parroquiales o centros a pedir ayuda sigue siendo tan alto como en años anteriores».

Illán añadió que «día a día vemos familias cuyos miembros han podido encontrar un trabajo pero las condiciones, a veces, son tan precarias y difíciles que no mejoran su situación y siguen necesitando ayuda porque no hay una salida real de la pobreza».

Por su parte, Cruz Roja Española en la Región de Murcia informó de que durante el año pasado atendió a un total de 153.000 personas, que la demanda de ayuda no decae y que la situación de la población vulnerable y en exclusión no ha mejorado y sigue siendo dramática, situando la tasa de pobreza en nuestra Comunidad, 15 puntos porcentuales por encima de la media nacional.

Ayer mismo escuché en el informativo matinal de la cadena SER que durante el pasado año habían muerto tres indigentes en nuestra ciudad y en lo que va de año uno más. Sin embargo, nuestro querido presidente asegura que se ha superado la crisis en la región de Murcia. Poco más o menos lo mismo que hizo el presidente José Luis Rodríguez Zapatero cuando aseguraba en plena debacle económica que en España no había crisis.

Alcalde, permítame que le pida un favor: Como me imagino que yo no tendré ocasión, la próxima vez que usted vea al presidente, dígale de mi parte aquello que me decía mi abuela: «¡Qué bonico estarías con la boquica cerrada!».