El Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), Jaime Muñoz-Delgado, afirmó ayer que «lo complicado va a ser que el arma submarina «no desaparezca» y haya una transición «lo más suave posible» entre la serie S70 -actualmente en funcionamiento- y los cuatro S-80 contratados a Navantia. En este sentido, explicó que el ministerio de Defensa tendrá que invertir un mínimo de 86 millones de euros para llevar a cabo otras dos grandes carena -maniobra de desmontaje y chequeo de los sumergibles para alargar su vida útil y garantizar su operatividad- en dos naves S70, El Mistral y El Galerna, mientras que El Tramontana desarrolla su gran carena, cuyo final está previsto para finales de este año, con lo que volverá a estar operativo. La previsión es que antes del verano se inicien las pruebas en el mar con El Tramontana, cuya carena cuesta 43 millones y servirá para mantenerlo operativo hasta 2019.

El Ajema hizo estas declaraciones ayer, tras intervenir en el III Congreso Marítimo Nacional, que se celebra en Cartagena. Muñoz-Delgado apostó por seguir teniendo una Armada «equilibrada y moderna» que pueda hacer frente a todos los tipos de operaciones militares, y advierte de «los inconvenientes» de las políticas europeas de Defensa, que tienden a especializar las fuerzas armadas. Así, Muñoz-Delgado señaló que «especializar por países tiene sus inconvenientes, políticos y de soberanía, y no me gustaría que se perdieran capacidades ni poner en manos de una marina extranjera su seguridad». En opinión de Muñoz-Delgado, esta situación está «muy ligada» a la situación económica y puntualizó: «Si tienes menos capacidad económica, tienes que pensar qué capacidades tienes que perder». El alto militar insistió en que «ahora la Marina está equilibrada, y todo lo que económicamente se disminuya, lo pierdes, y ya no lo recuperas».

Bajo la superficie 20 días.

Sobre el primer submarino de la serie S-80, afirmó que será sometido en junio a una «revisión crítica del diseño, que será clave para saber si es viable y el presupuesto definitivo para su ejecución». Una vez solucionado el problema que generó el sobrepeso del diseño inicial del sumergible, que obligó a alargar el casco siete metros y retrasó su ejecución prevista para 2013, ahora está pendiente de solucionar la Plataforma Independiente de la Atmósfera (AIP), que permitirá al submarino estar en el agua sin salir a la superficie entre 15 y 20 días.

Añadió que el AIP «va por buen camino» para que el diseño pueda superar el examen en junio», aunque no quiso confirmar si el primer S-80 estará operativo en 2018.