La concejalía de Servicios Sociales ya se ha puesto en contacto con dos familias, que no disponen de recursos económicos, para alojarlas en viviendas municipales, después de que ayer Urbanismo firmara un decreto que ordena el desalojo del edificio número 17 de Ramón y Cajal. «Tiene peligro de desprendimiento de balcones, muchas grietas interiores y daños en la estructura del edificio», explicó la edil Carmen Martín.

El desalojo afecta a ocho familias, seis de las cuales se irán a vivir con familiares mientras duren las obras que va a contratar la comunidad de fincas. Al no estar claro si el mal estado del inmueble puede estar relacionado con alguna rotura de las conducciones del agua, Hidrogea ha adelantado 99.000 euros para financiar las obras, aunque el informe de la concesionaria dice que las conducciones no son la causa.

El desalojo también afecta a una frutería y un bar, situados en los bajos del inmueble.