¿Cómo ha vivido su nombramiento, contra todo pronóstico, gracias al apoyo de Podemos, MC y PSOE?

Muy sorprendida. Fue como un shock, ni tenía preparado el discurso. En mi partido están igual de sorprendidos, pero sobre todo contentos. Es la primera Junta que gobernamos y es una gran noticia.

¿No hubo ningún pacto?

No, no lo ha habido. Aunque ya no sé si MC, PSOE y Podemos se pusieron de acuerdo o no. Ahora me toca nombrar a un vicepresidente, que no puede ser de mi partido porque estoy yo sola. De todos modos, yo no me caso con nadie. Busco el diálogo entre todos y que busquemos soluciones para los problemas de nuestra diputación. Creo que me votaron porque vieron que es lo mejor para el pueblo.

¿Cuáles son los problemas que le preocupan a los vecinos?

El agua potable no llega a toda la diputación y el suministro llega sin apenas fuerza a muchos sitios. En el colegio tienen que coger el agua de un aljibe. Además, frente a la iglesia de La Azohía hay un terreno que queremos arreglar para hacer allí las fiestas. Y necesitamos que se mejoren las farolas, el mobiliario urbano y el servicio de limpieza, que no llega a todos sitios.

Pues tiene trabajo.

Los vecinos llevamos una década con las mismas quejas sin que nos hagan caso. Ahora, en estos seis meses de nuevo Gobierno local, tampoco se ha hecho mucho. El pueblo está abandonado.

¿Cree que se pondrán de acuerdo en la Junta Vecinal?

Las juntas están muy politizadas. Entiendo que cada uno se deba a sus siglas pero esto, más que política, es ponerse de acuerdo entre todos para mejorar el pueblo.