En Cartagena se han dedicado 400 hectáreas menos que en 2015 a la plantación de patata extratemprana. La falta de agua de trasvase y el alto precio de la desalinizada ha provocado que el agricultor a finales del pasado año haya preferido cultivar verduras de huerta como el brócoli o la alcachofa con menores necesidades hídricas, ha explicado el presidente de la Asociación Nacional de Almacenistas de Patata (Asonal) y del Comité sectorial de patata a nivel nacional que promueve la asociación Fepex (almacenes de origen, de destino y cooperativas), José Ramón Aguado.

A pesar de estos datos, el sector de la patata confía en que 2016 sea un buen año para esta actividad, ya que la campaña que acaba de comenzar con las variedades extratempranas -en Cartagena la pasada semana y esta en Andalucía- es el punto de partida de una temporada que se prevé "buena", tal y como ya ocurrió en 2015, prevé Aguado.

"Los países europeos necesitan ya patata española, parece que no están sobrados y van a empezar a solicitar las primeras remesas antes incluso del 15 de abril", ha apuntado tras señalar que este ejercicio la superficie de patata de la principal región productora, Castilla y León, va a aumentar un 10 % respecto a 2015.

En concreto, ha explicado que esta comunidad, en la que por ahora se ha sembrado en torno al 40 % del total, contará con unas 2.000 hectáreas más dedicadas a la patata en 2016 respecto a las 18.800 hectáreas de 2015, que supusieron una producción de 800.000 toneladas.

En Galicia, segunda en cuanto a producción -unas 500.000 toneladas el año pasado-, la superficie se mantendrá respecto a 2015 en unas 20.000 hectáreas más.

Según sus cálculos, la situación en la zona norte contrasta con el descenso en Andalucía (Sevilla, Cádiz y Málaga) en unas 700 hectáreas (10.000 ha en 2015), "donde los costes de producción son más altos" y la productividad por hectárea menor para este cultivo que en Castilla y León.

A Castilla y León, Galicia, Andalucía y Cartagena hay que sumar a lo largo de este año la producción final que se consiga en Albacete (2.000 ha en 2015), La Rioja y Cataluña (1.000 ha en ambos casos en 2015), Vitoria (700 ha en 2015), y Aragón (600 ha en 2015).

Aguado ha hecho balance de la campaña 2015 después de la "muy mala de 2014, con el mercado lleno de patata", al asegurar que el pasado año fue "relativamente bueno", con una puntuación de "ocho sobre diez", en la que "todo el sector ha trabajado con un cierto margen comercial".

Como ejemplo ha explicado que mientras que el coste de producción en Castilla y León es de media de 12 céntimos/kilo, en 2015 el agricultor consiguió una media de 18 céntimos/kilo, frente a los 6 céntimos/kilo que apenas logró en 2014.

El presidente de la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Asociafruit-Fepex), Luis Marín, que confirma que en la región se ha producido un bajada de la superficie cultivada, está de acuerdo con Aguado en que "el mercado parece ahora mismo que está bien" de cara a la campaña 2016.

Sin embargo -ha puntualizado- "esto no quiere decir nada, porque hay muchos factores externos que influyen y una campaña que viene en principio con unas buenas perspectivas puede por muchas razones convertirse en el mayor de los desastres".

Para el presidente de Asociafruit, que el pasado 8 de abril celebró el cuarto Congreso de la Patata Nueva, "la invasión de la patata de importación", sobre todo de origen francés, se ha traducido en una "importante reducción del cultivo en España", ya que "ha desaparecido en torno al 75 % de la superficie en 20 años".

Aguado, que también ha constatado que "cada año vamos perdiendo extensión de cultivos" de patata en España, también ha mostrado su preocupación por el descenso del consumo de este producto, que se redujo, sólo en 2015, un cinco por ciento.