Cartagena es rica en un tipo de patrimonio que, a pesar de estar muy presente en nuestro entorno, es objeto del olvido y la degradación. Este patrimonio es el resultante de una tradicional actividad industrial, que ha generado una serie de bienes que paulatinamente, y debido al paso del tiempo, se consideran ya como parte de nuestro patrimonio cultural. Este patrimonio, resultante de procesos de producción y de transporte, ha transformado nuestro ambiente, creando rasgos diferenciados en espacios y paisajes. Por tanto, si queremos comprender nuestra propia cultura, debemos estudiar, inventariar, proteger y restaurar este legado.

Patrimonio industrial es el conjunto de los bienes muebles, inmuebles y elementos de relaciones vinculados con la cultura del trabajo, que han sido generados por las actividades de extracción, transformación, transporte, distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido del desarrollo industrial. La unión entre el paisaje en el que se inserta los bienes patrimoniales de carácter industrial se entiende como un conjunto indivisible, los elementos arquitectónicos, las técnicas utilizadas en sus procedimientos y la documentación generada.

La protección de nuestro patrimonio industrial exige la aplicación de una metodología propia de carácter interdisciplinar. Es necesario recuperar los restos materiales e inmateriales resultantes de los procesos productivos resultado de la evolución de las sociedades industriales.

El bien industrial inmueble, ya sean; elementos industriales, conjuntos industriales, paisajes industriales o sistemas y redes industriales para el transporte del agua, energía, mercancías, viajeros, comunicaciones, entre otros, debe contar con una protección que evite su desaparición, motivada por la degradación por abandono o por la demolición provocada por las nuevas funciones del suelo.

No debemos olvidar que también existen bienes muebles derivados de la actividad industrial; maquinaria y artefactos, utillajes y herramientas, mobiliario y accesorios del entorno social del trabajo y archivos. Todos estos elementos dignos de ser protegidos. Por último, los bienes de carácter inmaterial, las entidades que acopian la memoria histórica asociada a un sistema de trabajo y sus derivaciones sociales.

En nuestra ciudad todavía quedan restos de un pasado industrial inmueble que permanecen en pie. Pero como ya he dicho el patrimonio industrial es mucho más que la arquitectura, que los objetos materiales. El carácter inmaterial de alguno de los bienes derivados de la actividad fabril los hace de difícil protección, vulnerabilidad provocada por la complejidad de reconocimiento.

Posiblemente, la connotación como Patrimonio Industrial Inmaterial de la Masa Coral 'Tomás Luis de Victoria' de Cartagena quede oculta por su íntimo lazo con la cultura con mayúsculas. Pero este pilar de nuestra cultura comenzó sus actividades en 1945, patrocinada por el Consejo Ordenador de Construcciones Navales-Militares, factoría de Cartagena, para todos Bazán. En el 1982 se transformó en Patronato en el que seguiría participando los astilleros cartageneros y el ayuntamiento de Cartagena.

Por tanto, es evidente que si no hubiese existido una importante industria naval en nuestro puerto, no contaríamos en la actualidad con una institución que ha difundido, dentro y fuera de nuestras fronteras, la música coral polifónica. Por ello, y como bien patrimonial industrial de carácter inmaterial, debemos aportar los recursos suficientes que aseguren la protección y el mantenimiento de la Masa Coral 'Tomás Luís de Victoria' empleando las herramientas legales que asegure su pervivencia como legado a las nuevas generaciones.