­Nadie se quedó ayer sin comerse la mona en Cartagena. Ya fuera en la playa o en el monte los ciudadanos aprovecharon el caluroso día para degustar este tradicional ´plato´. Los lugares preferidos fueron Cala Cortina y el parque de Tentegorra. Algunos como Alicia Tobal y Yolanda Mínguez consideran que «es una buena oportunidad para salir y hacer una de las primeras visitas a la playa». Sara Martínez lo secunda: «Se está a gusto, tranquilo y en contacto con la naturaleza».

Sobre gustos, casi todos prefieren la de rollo y la de bollo. Variedades hay infinidad, como en la confitería Pani, donde las hacen de pascua (tradicionales), con huevo de codorniz, pilatos (sin huevo) y pilatos de chocolate con su tradicional masa. La conclusión es clara: nadie se pierde la mona, nadie se queda sin comérsela. Ya sea por tradición o porque para todos «está buenísima».