Otra vez mi Pili está en el candelero. Los hay que lo están disfrutando de lo lindo y los hay a los que ya les da igual, porque de los que sienten pena, apenas hay.

No mereció esta política el premio que le dieron de seguir aforada como senadora, ya que su trayectoria como alcaldesa de Cartagena deja más lágrimas que sonrisas, o dicho de otra manera, más púas que pagar que cuartos en las arcas...

Su empecinamiento en traspasar, presuntamente, la ley en materia de espacios protegidos buscando los recovecos que las normas permitían y cuando no, cambiándolas para llegar a donde quería llegar -construir Novo Carthago- le pusieron un funesto final como alcaldesa, materializado en las urnas.

No existen muchas dudas de que es la culpable máxima de lo bueno y de lo malo que ocurrió durante su mandato, porque su férrea mano para gobernar no permitía que nadie pensase por si mismo, cuanto menos actuar.

En aquel tiempo, que ahora la Justicia actualiza, el clan pepero formado por Valcárcel y Pilar, que eran los que mandaban sobre sus respectivos acólitos como Cerdá, Bascuñana, Marqués y Agustín Guillén, quisieron construir por nuestro bien -como siempre- una macro urbanización en terrenos prohibidos por un lado y sin las dotaciones mínimas por otro.

Andaba como responsable máximo de la concejalía de Urbanismo Agustín Guillén, teniendo a su lado a la técnico urbanista Mónica Lavia.

Con este plantel se abordó la modificación número 113 del PGOU, para que donde no se podía construir ni una barraca, se construyesen nada más y nada menos que más de diez mil viviendas, -por nuestro bien-. Pero como por allí no había agua para poder vivir, se les construyó una ruinosa desaladora que nos va a costar la vida a todos los murcianos. ¿Tan vital eran esas miles de casas para nuestra existencia?..., ¡pues no!, y a la vista está. Así que si el pueblo piensa que debieron haber 'otras razones' para tal empecinamiento constructivo y la Justicia encuentra indicios razonables de actuaciones ilegales por parte de los dirigentes, junto a la prisa por aprobar la cosa, en un pleno municipal, en un día de calor torrencial, un cinco de agosto cartagenero, pues da tufo a tinto y en botella, como dice el magnífico juez Abadía, «Pilar impuso su voluntad política por encima de la Ley»? Si fue así, Pilar debería de pagar por ello y no irse de rositas por las alcantarillas del aforamiento que Valcárcel y Rajoy le han propiciado.

El magnífico juez Abadía, en su auto de fecha 24 de junio de 2014, es demoledor con todos los que participaron en tales actuaciones, imputándolos o investigándolos -lo que hoy corresponda- y no obligó a mi Pili a declarar por su condición de 'aforada', pero si la invitó a hacerlo de manera voluntaria, a lo que ella, incomprensiblemente, se negó, dejando abiertas todas las especulaciones posibles al respecto.

Gracias a la tenacidad de mi princesa Ana Belén Castejón y de los miembros de Izquierda Unida, el Tribunal Supremo ha obligado a que se la siga investigando, porque si fuese por la Fiscalía del TS ya estaría el caso cerrado y los cartageneros sin enterarnos de que es lo que realmente pasó. Mi Pili se marchó del Ayuntamiento sin dar explicaciones convincentes ante el pueblo y ninguna ante el juez Abadía.

¿Y ahora qué?..., pues que todo pinta con mal color para mi Pili, porque el PP ya no tiene el poder que tenía?, ni tampoco Pujalte, el que visita la fiscalía madrileña a deshoras. Por un lado, los suyos quieren que se marche de secretaria general del PP en Cartagena, porque no la quieren ver ni en fotografía, y mucho menos los espejeros; por otro, si hay nuevas elecciones, no iría en las listas porque Rajoy tampoco quiere saber nada de ella, ni de Valcárcel, que bastante tiene ya el hombre con lo suyo. Además su propio partido en Madrizzz quiere que deje de ser Senadora o renuncie al aforamiento y declare ante el juez Abadía, como su compañera Rita, para transmitir una nueva imagen de cambio. Así que todo apunta a que va a dar muchas explicaciones ante la Justicia, aforada o no. Su trayectoria política está finiquitada.

Sobre el tema de que el actual alcalde José López iba a apoyar Novo Carthago aduciendo que si no lo hacía podría incurrir en prevaricación, no ha sido mas que un 'malum aliquod consilium de consilio et' -a quien le interese la traducción que busque en Google-. Miren, si los mismos que asesoraban a mi Pili sobre formalismos y legalidades urbanísticas, son los mismos que lo hacen con mi héroe de Cavite, ¿qué se puede esperar de sus asesoramientos?, ¡pues que digan lo mismo que dijeron!, ¿no ven que no pueden desdecirse ahora?, así que mejor ponerlos, a partir de este momento, en cuarentena perpetua o mandarlos al mismo altillo donde estuvo desterrado el actual alcalde.

La diferencia es clara entre lo que hizo la exalcaldesa y lo que dijo el alcalde. Si Pilar Barreiro, al parecer, les pedía forzar la ley para conseguir sus despropósitos y Pepe Cavite les pregunta a los mismos asesores que asesoraron a mi Pili, si se puede legalizar Novo Cartago o no, para cumplir la ley ¿qué le van a informar?, pues eso, tal cual, que aunque parezca que ambos han dicho lo mismo, nada es igual.

Así que pelillos a la mar, dejémonos de rizar rizos, que la realidad es que Pepe López ha hecho que en unos meses nadie se acuerde de Pilar y eso hay gente que no lo soporta y reconozcámosle hoy a mi princesa Ana Belén Castejón y a los miembros de Izquierda Unida su gran aportación a la verdad y la Justicia. Por mi parte ¡un diez sobre diez!. Se lo merecen.

Lo dicho, ¡otra vez mi Pili!?, lo que la echaba de menos, Dios mío.