El alcalde de Cartagena José López pidió ayer a la Patrona de la ciudad «que intercedas por nosotros, por conseguir la prosperidad que nos merezcamos con nuestro esfuerzo, no una prosperidad regalada, efímera y tramposa como la que ya hemos sufrido -en alusión a los años de Gobierno del PP- en la que unos hermanos se aprovechaban de otros, conduciendo al mundo a un periodo de sufrimiento y desigualdad social que ofende a Dios». López en su primera Onza de Oro como alcalde pidió a la Virgen «otórganos Madre fuerza, inteligencia, astucia, constancia, determinación, que nos permitan servir a nuestros conciudadanos con honradez, inteligencia y humildad (...)».

El regidor pronunció su plegaria de rodillas ante la Caridad en su Basílica, que estaba repleta de cartageneros que no podían aguantar las lágrimas ante la visión pletórica de su Madre, la protagonista de la jornada. La Virgen desde el altar presidió la eucaristía que fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. En su homilía exaltó el mensaje del Papa Francisco I al nombrar 2016 como el Año de la Misericordia. Así, pidió a los presentes que sacaran todos los «trastos e inmundicias» de su interior para dejar espacio al «amor» y a las «buenas cualidades». De este modo, continuó «tendrán un corazón capaz de ayudar a los demás y que les servirá para abrir las compuertas de su corazón y permitir la entrada de el Dios de la Gloria».

Acompañando a la Caridad estaban el alcalde de Cartagena, José López, junto con toda la Corporación municipal, el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, y la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, así como otras autoridades militares, académicas, civiles y jurídicas. Casi al final de la celebración y, como manda la tradición, tuvo lugar la entrega de la Onza de Oro por parte del alcalde a Lorca Planes. Esta donación simbólica asciende a 35.000 euros -la misma cantidad que en 2015- para los enfermos del hospital de Caridad. Una ayuda que el Ayuntamiento lleva donando desde 1762.

Ofrenda floral a la Patrona

Horas más tarde, los cartageneros ataviados con sus trajes típicos regresaron a la Basílica para ofrecer a su Madre, flores, bailes y cánticos. Así, Cartagena se engalanó con los colores de las flores y se emocionó con la música de las cuadrillas. Niños, ancianos y adultos se reunieron en la plaza del Ayuntamiento para participar en la procesión de la ofrenda floral a la Patrona y hacer entrega de las más bellas flores a la que es «especial, grande» y es «motivo para unir a todos los cartageneros», señalaron algunos presentes. En el trayecto todos estaban felices y los niños danzaban al son de las piezas musicales de las cuadrillas y bandas. Al ritmo de la música, los cartageneros se rindieron ante la Caridad a la que felicitaron en su día grande, un momento que nadie quiso perderse.