Que la política está que arde, ya lo ven ustedes, ¡Madrid en llamas!, todos despreciándose al tiempo que no dejan de echarse los tejos. Los más genuinos son los madrileños de Podemos que han dimitido porque quieren nuevas elecciones? y razón no les falta. Son la luz y la libertad en medio de los intereses egoístas de quienes quieren el poder como sea. El problema no es la política sino los políticos que no saben cuando marcharse y ceder el paso a otros más capaces. Algunos parecen garrapatas que no sueltan ni quemándolos con un cigarro.

Pero también hay fuego por Murcia, donde todos están expectantes ante la inminente resolución judicial lorquina en lo referente al auditorio de Pedro Antonio. Resolución que si ya no se ha producido, no es por culpa de la jueza, que dicen que es una magnífica profesional que sabe hacer su trabajo, sino porque cuatro jetas del ayuntamiento de Puerto Lumbreras, parece, se están haciendo los remolones para retrasar el envío de los papeles que les han solicitado.

Actitudes así, ¡qué quieren que les diga!, no benefician a Pedro Antonio, precisamente en unos momentos en los que, como presidente, lo está haciendo muy bien, a pesar de lo que digan los de la oposición. Una pena lo suyo, pero?

Y fuego por Cartagena, ¡vive Dios!, que es nuestro sino vivir siempre en llamas, aunque mejor debería decir con 'patada en el culo'. Aunque ésta vez, ¡por fin!, en vez de recibirla la hemos dado. Sí, eso fue lo que un prepotente y enchulado director general se llevó de nuestra ciudad con el tema del jodido submarino?, sí, tal cual, como lo leen, ¡una buena y enérgica patada en el trasero! ¿Qué quien la dio y quien la recibió?..., pues?, ¿quién cree usted que pudo ser?... el único capaz de darle una buena patada a otro político por defender su Cartagena?, y el que la recibió fue alguien a quien ya se la debieran haber dado hace tiempo. Ustedes mismos.

Fuego en el PP cartagenero, en donde ya se han dado cuenta de que no pueden vivir anclados y defendiendo el desastroso pasado pilarista y ya han decidido comenzar una nueva etapa. Ya era hora de que los espejeros se diesen cuenta de que en el Ayuntamiento no están para defender cuanto hizo la anterior alcaldesa Pilar Barreiro, sino que es un tiempo en el que tienen que construir su propio camino. El pasado para Pilar y el presente para Espejo, que asociarlos es muy injusto. Espejo fue el único que le plantó cara a la alcaldesa, el único que intentó un golpe de partido para que ésta no fuese en las listas al Ayuntamiento, y más cosas que ya les contaré, pero ¡cualquiera podía con el absolutismo de mi Pili! Poco se les puede reprochar a todos los que sirvieron bajo su democrático yugo autoritario.

El PP de hoy intenta que se le juzgue por su nueva visión de la política. Sus concejales son dialogantes, saben escuchar y apoyan cualquier iniciativa si es buena para los ciudadanos, venga de quien venga?, incluso de Podemos. ¿Qué??, ¡que no!, que no digo quien le metió la patada en las posaderas a todo un director general. Como decía, los espejeros se despegan del pilarismo y generan ya sus propias ideas con nuevos proyectos, como la comarca cartagenera, el impulso a la La Manga, el Mar Menor y Cabo de Palos con un parque acuático, paseos marítimos, zonas comerciales y de ocio, soluciones para el Puerto de la ciudad, el apoyo a cuantas iniciativas sirvan para crear empleo, su nueva sensibilidad con el medio ambiente y los animales, su incorporación a las comisiones de investigación del pasado y su vuelta a la sensibilidad a pie de calle con los problemas de los cartageneros,? en un claro esfuerzo por transmitirle a la ciudadanía que el Paco Espejo de hoy, y su equipo, nada tienen que ver con el rancio pilarismo de antaño. Pilar era Pilar y Espejo quiere ser Espejo. Ya era hora, ¿no?

Así que, con tanto cambio de talante, no me extrañaría que al final todos compitan por ver quién es más y mejor cartagenero, ¡qué falta nos hace! Como el que le metió esa buena patada en todo el culo a todo un director general del PP?, ¿qué??, ¡jó!, ¡menuda patá en tó el ojete le dió!..., chsss? y calentico pá Murcia?, con el submarino metido en el ojal?, así como suena?, ¿qué??, ¡qué no!, que no digo quién la dio y quién se la llevó?, pero ¡ay!, por Cartagena, ¡qué bien puestos los tiene, pijo!