Dicen que es la mejor voz de cuantas han pasado por las tres ediciones del Concurso Nacional de Saetas de Cartagena y que será la voz del flamenco en los próximos años. Estudia Cante Flamenco en el Conservatorio Profesional de Sevilla y no se pone barreras a la hora de acometer nuevos retos.

¿Qué siente al ganar el Concurso de Saetas de Cartagena?

Estoy muy orgullosa del trabajo realizado, porque cantar saetas es muy difícil, y más si lo haces por seguiriyas, como es mi caso. Hay muy poca gente que lo haga, así que imagino que eso también ha influido en el premio.

Al ganar el certamen tendrá que cantar a la Piedad el próximo Lunes Santo, ¿conocía la Semana Santa cartagenera?

He venido a Cartagena otras veces por temas relacionados con el flamenco y siempre he estado como en casa, pero no conocía la Semana Santa. Soy muy religiosa y tengo una gran responsabilidad, porque como profesional siempre quiero algo más, no me conformo con cantar bien y ya está, quiero mejorar siempre.

¿Desde cuándo se dedica al cante?

Desde que mi hermana se puso mala cuando tenía ocho años y me interesé por la saeta oyendo a mi madre. En mi tierra (Huelva) se vive la Semana Santa con mucho fervor y me la paso entera cantando saetas, desde el domingo de Ramos, y también lo hago en Sevilla. Este Lunes Santo me tocará también cantarle a la Piedad en las calles de Cartagena.

¿Cómo valora el trabajo de los organizadores del certamen?

Es necesario que se dé a conocer aún más la saeta. Es un palo del flamenco y tenemos que trabajar más en que sea más conocido. El trabajo de la organización está siendo ejemplar.

¿Cuáles son sus próximos retos?

Quiero seguir creciendo en el flamenco y tengo un objetivo claro: llevarme la Lámpara Minera del Festival del Cante de las Minas para Huelva este año. Estoy ensayando los cantes de esta tierra y formándome para poder acudir a la Catedral del Cante y conseguir el triunfo.