El hospital del Rosell retomó ayer la hospitalización de pacientes quirúrgicos de cirugía general, ginecología y traumatología. Según la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, es «un paso más» para cumplir el «compromiso» del Gobierno regional de iniciar la primera fase del plan funcional de ese centro antes de abril.

Así, la actividad de cirugía programada con ingreso ha comenzado un mes antes de lo previsto, lo que implicará una «indudable mejora» de las listas de espera quirúrgicas y en los tiempos medios de espera del área de salud de Cartagena, que atiende a los vecinos de esa ciudad, Fuente Álamo, Mazarrón y La Unión.

Los quirófanos del centro sanitario intervinieron ayer con normalidad, entre cirugía local, mayor ambulatoria y con ingreso, a 53 pacientes de cirugía general y maxilofacial, dermatología, ginecología, oftalmología, otorrinolaringología, traumatología y urología. En total, hubo 30 camas en planta, tres de vigilancia especial posquirúrgica con cobertura de 24 horas y anestesia, un cirujano de guardia y personal sanitario no facultativo.

Por otro lado, los pacientes de cirugía mayor ambulatoria, susceptibles de alta al día siguiente de la intervención, permanecerán en observación hasta que la reciban.

La consejera avanzó que «se monitorizará la actividad de la nueva unidad de hospitalización y el funcionamiento de la programación para hacer los ajustes necesarios». De esta forma, su departamento trabaja para crear un hospital quirúrgico «moderno y adaptado a las necesidades de los pacientes con estancias inferiores a tres días».

Progresivamente se irá incorporando a la cirugía con ingreso el resto de especialidades quirúrgicas del complejo hospitalario universitario de Cartagena, a excepción de la cirugía pediátrica, que seguirá vinculada a la unidad materno-infantil del hospital Santa Lucía.

Segunda fase del plan funcional

La segunda fase del plan funcional del Rosell contempla la apertura de una unidad de corta estancia con 14 camas para la observación y seguimiento de pacientes candidatos a estancias inferiores a las 72 horas, lo que ayudará a reducir las inadecuadas en el hospital.

Guillén adelantó que antes de que concluya este año también entrará en funcionamiento una Unidad de Cuidados Paliativos con ocho habitaciones individuales «para el mayor confort e intimidad de los familiares de los pacientes», según la consejera.

Esta unidad se completará con la reubicación en el Rosell de los equipos sanitarios de atención domiciliaria y con la de hospitalización domiciliaria, prevista para el primer trimestre de 2017.

La puesta en marcha de estas unidades coincidió ayer con la decisión de la junta de Portavoces de la Asamblea Regional de Murcia para que el pleno del jueves 10 de marzo debata y vote la proposición de ley para el pleno funcionamiento de ese hospital como centro sanitario general del área de salud, cuya aprobación está asegurada al contar con los apoyos de la oposición, proponentes de la iniciativa.