Ayer fue el Día Internacional de la enfermedad, pero ¿qué es el síndrome de Asperger?

El síndrome está dentro del espectro autista y está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno de carácter crónico y severo. Acarrea una alteración cualitativa del desarrollo social. Afecta también al desarrollo comunicativo y, además, conlleva una rigidez mental que influye en el comportamiento de las personas que lo sufren y no está asociado a discapacidad intelectual.

¿Cuánta gente lo sufre en la Región de Murcia?

No hay un censo que nos permita saber con exactitud cuántos hay, aunque la consejería de educación tiene diagnosticados unos 450 chicos. De todos modos son muchísimos más porque hay niños que están en el ámbito universitario o en los institutos y no se les ha detectado. No tienen diagnóstico porque para muchos de ellos puede haber pasado desapercibido, sin pensar que pueda ser un trastorno.

¿Aumenta el número de afectados?

Las cifras han aumentado bastante en los últimos años porque el autismo se detecta cada vez más.Muchos padres se enteran de que tienen Asperger cuando se lo diagnostican a sus hijos. Es entonces cuando reconocen sufrir los mismos síntomas de sus retoños. Llevan años con esto y no se han dado cuenta.

¿Cuáles son los síntomas?

Hay que tener en cuenta que lo más importante es hacer una detección temprana del problema. Al ser un trastorno que está dentro del espectro del autismo, hacia los dos o tres años el niño no imita gestos, no comparte sus sentimientos, no cuenta cosas, no busca ni sabe relacionarse con niños de su edad, no desarrolla el juego simbólico a la edad correspondiente, no le ve sentido a las cosas, tiene una falta de estrategias sociales porque no las aprenden de una manera innata como cualquier otro niño, tienen una comprensión literal del lenguaje y no saben interpretar muchas cosas y todo ello les conduce a excluirse.

¿Ser Asperger impide llevar una vida normal?

Se puede hacer una vida normal, pero con unas limitaciones importantes. Influye mucho en la adaptación laboral, necesitan estar motivados, son personas muy válidas y, algunas, con capacidades por encima de lo normal. Sus limitaciones comunicativas hacen que su comportamiento no se entienda a veces. Además, no son capaces de comprender lo que piensan otras personas. A veces, incluso utilizan un lenguaje inadecuado, aunque lo hacen sin intención de ofender. Todo esto les puede llevar al fracaso escolar, o a tener malas relaciones laborales. Les falta un equilibrio comunicativo. Estos rasgos en su forma de ser y de comportarse les conducen en la mayoría de los casos a un aislamiento social. Una familia con un niño con Asperger se gasta unos 200 euros al mes en los apoyos que necesita porque no hay casi ninguna ayuda.