Parka: prenda de abrigo resistente al frío y con capucha, empleada por los ejércitos de muchos países entre la II Guerra Mundial y la guerra de Vietnam y usada por la cultura 'Mod' durante los años 60. Visto así, poco que ver con nosotros, pero si le añadimos un scooter clásico, Vespa o Lambretta, algo de rhythm and blues o soul, una corbata negra estrecha, un Fred Perry y unos botines, tendríamos todos los ingredientes para asistir a una Parka Party. Una mínima convocatoria en las redes sociales y la lista de scooters clásicos inscritos había superado los 130 venidos de toda la Región y provincias limítrofes conformando un grupo de más de 200 personas dispuestas a pasar el fin de semana en Cartagena.

Es lo que pretendía organizar por tercer año consecutivo uno de los genuinos club scooteristas de la ciudad, el lugar de la convocatoria era, como siempre, la Cuesta de la Baronesa. El año anterior el coso multicolor que siempre arrastra tras de sí esta convocatoria sirvió de espectáculo para familias enteras, niños que se encaramaban a las viejas vespas buscando la foto, incluso Bertín Osborne y Paco Arévalo compartieron caña y risas a su paso por la ciudad cuando descubrieron el evento en el casco antiguo.

Todo estaba preparado, los míticos scooter, algunos con más de 40 años, revisados y a punto, los botines, los polos, las cintas de cassette cargadas por las dos caras con ritmos mod's de los 60, pero sobre todo las parkas decoradas y mágicamente preparadas para rendirles su merecido homenaje, sin embargo, no pudo ser cuando unos días antes se comunicó al ayuntamiento de Cartagena -como se había hecho siempre- solicitando el permiso. No sé bien la razón, ni tampoco me interesa demasiado, que si el plano no estaba en la escala conveniente cuentan unos, que si faltaba un permiso de la dirección del museo por estar en zona cercana, comentan otros, incluso se oyó decir que el mismo viernes se acabó presentando el nuevo papeleo solicitado pero el funcionario no podía verlo hasta el lunes. Malas lenguas llegaron a contar que los organizadores en su desesperación recurrieron incluso a algunos concejales, pero fue imposible, porque un técnico es un técnico, de todos modos no crean todo lo que oyen que seguro que alguna poderosa razón habría para impedir un evento que aunque con pinta de blanco, limpio, ordenado e inofensivo y que siempre genera simpatía, realmente contuviera un peligroso lado oscuro y peligroso que sólo un buen técnico o equipo de Gobierno es capaz de vislumbrar.

El caso es que no conozco a nadie que viendo rodar scooters clásicos, Vespas o Lambretas recuperadas de padres o abuelos y cuidadosamente restauradas no vuelva la cabeza con esa sonrisa, que los scooteristas llaman la 'sonrisa Vespa'. De todos modos lo mejor es poner mucho celo en el trabajo, funcionarios, concejales, alcaldes y tomar nota los votantes para poner el mismo celo a la hora de depositar el voto, que lo bien hecho sólo tiene un camino.

El mismo sábado, un amigo valenciano me enviaba otro de esos whatsapp que recorren el país con el último del youtube titulado 'los del ayuntamiento de Cartagena vuelven a las andadas', y visto lo visto, 130 scooters clásicos circulando son una exhibición de orden, buen gusto, ritmo sincronizado y respeto a las normas comparado con el espectáculo de los plenos que circulan por las redes, y a mí risa lo que se dice risa, ya no me da ninguna, que a estas alturas lecciones y papel de fumar para agarrar situaciones insostenibles, empiezan a ser incompatibles viniendo de quien vienen.