Sigo con interés cómo el ayuntamiento de Cartagena ha retomado la iniciativa del Partido Cantonal (PCAN) de potenciar la Comarca del Campo de Cartagena, dotándola de los posibles beneficios que recoge el artículo tercero del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma Uniprovincial de la Región de Murcia y que tanto el Partido Socialista como el Partido Popular, siempre se han negado a desarrollar, en estos treinta y cuatro años de vigencia del mencionado Estatuto.

Dicha negativa contradice el espíritu político del referido texto. En su artículo 3º, 3 donde se dice, que «la Comunidad Autónoma se organiza en Municipios y Comarcas, los cuales, podrán agruparse con carácter voluntario para ejecución de obras y gestión de servicios comunes». Los socialistas y los populares, en sus alternancias en el poder regional, han consolidado un centralismo capitalino que está impidiendo, no sólo el desarrollo municipal, sino también, el regional, como indica la total falta de un sentimiento aglutinador.

En los años noventa el Partido Cantonal inicio una ronda de entrevistas con todos los alcaldes de la Comarca -excepto dos, que se negaron a recibirnos- y en ellas se argumentaron las posibles ventajas de mancomunar diferentes servicios, desde al abastecimiento de aguas y su depuración, parques de bomberos y otros muchos más, así como, una Gerencia de Urbanismo que ordenara todo el territorio de la Comarca y así evitar abusos y corrupciones municipales. Puedo asegurar que la mayoría de los alcaldes, independientemente de su afiliación política, intuían posibilidades de llegar a un compromiso, pero pasado un corto espacio de tiempo, seguramente cuando lo consultaron con sus ejecutivas regionales, estas visiones favorables fueron apagándose y evitaron continuar con nuestras entrevistas.

Desde ese momento y como contrapunto político apareció una nueva e injustificada figura territorial, como fue la 'Comarca del Mar Menor' que no tiene soporte histórico ni estatutario, pero sí tiene una real intención de debilitar la milenaria Comarca del Campo de Cartagena y sobre todo, la posible potencialidad política de Cartagena, que es, la enfermiza obsesión de la capital regional.

Dada mi larga trayectoria reivindicativa, presupongo que el apoyo de la vicealcaldesa del PSOE -ahora interesada socia en el débil ayuntamiento de Cartagena- seguirá apoyando al alcalde actual, hasta que sea ella la titular de la Alcaldía, a no ser que Rafael González Tovar, en nombre de la ejecutiva regional, afirme tajantemente que la ejecutiva del Partido Socialista de la Región de Murcia ha tomado la decisión oficial e irrenunciable de apoyar siempre la descentralización de las Comarcas. Como la ejecutiva del Partido Popular en Cartagena no pinta nada, seguirán las órdenes negativas, manifestadas urgentemente por su debilitado portavoz y por tanto seguirán sin defender nuestros legítimos intereses, a pesar de lo autorizado por el Estatuto de Autonomía.

Siendo como somos una sola provincia, tenemos 48423 funcionarios en la administración autonómica, mientras otras comunidades uniprovinciales, tienen menos (Cantabria 19.533, La Rioja, 10.323, Navarra 23.280 y Extremadura -con dos provincias- 45.786). Es decir, el señor Javier Iniesta, diputado regional del PP, miente y nos quiere tomar el pelo, como es su costumbre. Con los mismos funcionarios atenderíamos a las dos provincias. ¿Por qué nunca habla del coste del aeropuerto de Corvera, de la desoladora de Escombreras ni del montante total que sus cargos han robado a las administraciones, entre otras irregularidades?

No sería nada más gratificante para mí que tener que pedir disculpas por haberme equivocado en mi actual pronóstico.