El exjefe de Protección Civil del ayuntamiento de Cartagena, José Navarro, baraja llevar ante los tribunales a cualquiera que presente ante un funcionario o un juez denuncias falsas. Navarro que ha sido destituido como responsable de la agrupación de socorristas de Protección Civil por el concejal de Personal, Francisco Aznar, a raíz de la reapertura de un expediente disciplinario por ciertas irregularidades que denunció un voluntario -contratado por una empresa para la temporada estival- el pasado septiembre, asegura que los hechos que se le imputan son falsos, subrayó ayer su abogado, Carlos Monje.

En declaraciones a esta Redacción, Aznar hizo hincapié en que la destitución de Navarro «es una medida preventiva o cautelar porque tiene abierto un expediente disciplinario», aunque también reiteró que «se trata de una decisión del Gobierno municipal, ya que no goza de nuestra confianza».

De este modo, el concejal de Personal admitió que, en el caso de que Navarro saliera exonerado del citado proceso, el Ejecutivo Local no le volvería a asignar la responsabilidad de coordinar a la agrupación de voluntarios de Protección Civil «porque es alguien que viene de la anterior etapa política», en alusión al PP.

Por su parte, el representante legal de Navarro recordó que éste ya fue denunciado «por presuntas actividades irregulares» en el juzgado por cuatro voluntarios, y que uno de ellos es el mismo que anteriormente presentó un escrito en el Ayuntamiento en el que manifestó las mismas acusaciones. Monje destacó que el juez no halló indicios de delito y el proceso fue sobreseído.

Por su parte, los grupos municipales, PP y C´s, ya han pedido explicaciones al Gobierno de los motivos por los que ha designado a Martín Toledo, un bombero, que es vocal de Movimiento Ciudadano en la junta vecinal de La Aljorra y afiliado al sindicato CC. OO, como sustituto de Navarro.

El presidente electo de la Junta de Personal del Ayuntamiento, Valentín Pérez, también ha criticado el procedimiento que ha usado el Ejecutivo Local para elegir a Toledo «a dedo, ya que debería ser ocupado por bomberos de más de 55 años como segunda actividad».