Cuatro encapuchados armados con escopetas y pistolas entraron la noche del lunes en una finca de Pozo Estrecho y maniataron a sus inquilinos para robarles. Ocurrió cerca de la media noche y los ladrones se llevaron unos 700 euros, un reloj y varios teléfonos móviles, informó ayer en una nota el ayuntamiento de Cartagena.

En el interior de la casa había cinco personas, un matrimonio, dos hijos y la suegra. Sin embargo, en el momento en que entraron los ladrones uno de los hijos logró esconderse dentro de la vivienda y mediante un whatsApp avisó a un familiar de lo que estaba ocurriendo y éste a su vez llamó a la Policía Local.

Nada más recibir la llamada, varios agentes del 092 acudieron a la finca, pero no pudieron atrapar a los ladrones, quienes al parecer hacía escasos instantes que habían huido campo a través, informó el Consistorio.

Los agentes llevaron a cabo una gran batida por la zona, pero no consiguieron encontrar a los cacos debido a la orografía del terreno y a la extensión del mismo.

En las últimas semanas se han denunciado varios asaltos en Pozo Estrecho, Los Belones y en fincas aisladas de la zona rural. La Policía Nacional busca a una banda armada que ha asaltado varios salones de máquinas de juego en el último mes.