­Los dos grandes leones dorados del lujoso Salón del Trono de la Capitanía General de Cartagena flanquearon ayer a la máxima autoridad de la Armada en la Región durante el discurso que pronunció con motivo de la celebración de la Pascua Militar. Un acto castrense que fue instaurado por Carlos III en 1782 como muestra de aprecio a las tropas hispano francesas que, tras siete meses de asedio, recuperaron la ciudad balear de Mahón de manos del ejército británico.

El Almirante de Acción Marítima, Manuel de la Puente Mora-Figueroa, mostró su preocupación ante «otro año difícil, con incertidumbres». Esto lo hizo justo delante de esas dos estatuas que recuerdan, casi de manera premonitoria, a las que protegen la entrada al Congreso de los Diputados. Los leones fueron testigos de que la situación política que atraviesa España no es ajena para las Fuerzas Armadas. Es por eso que el Almart explicó ante los medios de comunicación, ya después del discurso que pronunció ante un nutrido grupo de autoridades civiles y militares en representación de Su Majestad el Rey, que «tenemos incertidumbre puesto que aún hay un Gobierno en funciones y todavía tiene que haber un Gobierno establecido».

"Queda mucho por hacer"

Al hilo de esta preocupación el Almart advirtió a su hombres de que «queda mucho por hacer». Ante este reto, la máxima autoridad de la Armada en la Región arengó a los altos cargos de las distintas unidades de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire. «Las Fuerzas Armadas trabajamos y luchamos para el bien de un objetivo común, España. Y este objetivo nos exige y demanda responsabilidad, que es uno de nuestros valores fundamentales, el cual nos conduce a cumplir fielmente con nuestras obligaciones. Será necesario continuar adaptándonos a los cambios que ya han comenzado. Espero y deseo que éstos se muestren acertados, nos hagan más fuertes y nos permitan soportar mejor las dificultades que se puedan presentar en el futuro sin mermar nuestra eficiencia», dijo. Después de su alocución explicó que «todavía no hemos terminado la crisis económica y aún estamos dando pasos para salir de ella». Sobre la situación presupuestaria de las Fuerzas Armadas señaló que «no hemos llegado aún a las cifras que teníamos antes de la recesión».

Este acto presidido por el Almart contó con la presencia de autoridades militares de los tres ejércitos, así como de la Guardia Civil. Igualmente, acudió el delegado del Gobierno en la Región, Antonio Sánchez-Solís y el alcalde de Cartagena, José López. También estuvo en representación del Gobierno regional la consejera de Presidencia, María Dolores Pagán. Quien, por cierto, no tuvo tratamiento de autoridad propiamente dicha dentro del protocolo de la celebración castrense que se festeja cada 6 de enero.

El acto de la ciudad portuaria contó con un desfile militar previo en la calle Puertas de Murcia. En él participó una compañía mixta de honores constituida por la banda de música de Infantería de Marina y tres dotaciones de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire. En Madrid fue presidido por Felipe VI por segunda vez en su reinado.

Tráfico ilegal de refugiados

El discurso de la Pascua Militar también sirvió para hacer un balance de 2015, año en el que ha habido militares caídos. Es el caso de los tres soldados fallecidos en el accidente de helicóptero producido frente a las costas del Sáhara Occidental. En recuerdo a sus vidas el Almart deseó lo siguiente: «Que el Señor los acoja en el puerto seguro del cielo». Estas bajas refuerzan y ponen de manifiesto «la voluntad de servicio a la sociedad que tenemos, especialmente aquellos que están destinados fuera de sus hogares».

En la actualidad hay soldados desplegados en Líbano, Iraq, Mediterráneo occidental, Cabo Verde, océano Índico y en la costa occidental de África. El Almart descarta que se aumente el número de despliegues en 2016, aunque avanza que se intensificará en el Mediterráneo la lucha contra el tráfico ilegal de refugiados.