La Navidad no salva la crisis que sufre el mercado de Santa Florentina desde que hace más de diez años se cerrara el aparcamiento subterráneo por unas filtraciones de agua. Ese es el sentir de los comerciantes según José García, presidente de la plaza de abastos.

«Este año sólo ha venido gente de verdad el día de Nochebuena y Nochevieja cuando lo normal era que no cupiera ni un alfiler durante toda la Navidad», sostiene García. Aun así, dice que se ha notado un repunte en las ventas respecto a las últimas pascuas, sobre todo de pescado y marisco. «La carne y la fruta ni tan siquiera han subido de precio», recalca. El portavoz de los tenderos lamenta que la plaza viva uno de sus peores momentos con más de una veintena de puestos cerrados, gran parte echaron la persiana en 2015. García se muestra harto de tener que esperar a que el Ayuntamiento inicie las obras para mejorar Santa Florentina y critica que «llevamos desde agosto con promesas y no se ha hecho nada».

La decadencia que ha sufrido el mercado en la última década se achaca al cierre de medio centenar de plazas subterráneas de aparcamiento. El parking se sacó a licitación en 2014 y nadie pujó por él. «Hay que arreglar la electricidad, el techo y adecentarlo antes de ponerlo en marcha», advierte García.

Igualmente, los vendedores se quejan de que «hay excesivos mercadillos en la ciudad». Consideran que la venta ambulante les está «matando» y que el Ayuntamiento «en vez de ponerle remedio, acrecenta más el problema». Denuncian que se autorizó un mercadillo en la explanada del Cénit el sábado día 28. «El Consistorio se saltó el Plan de Ventas y aquel día Santa Florentina era un desierto», asevera García, quien da por perdida una subvención de 78.000 euros que había en 2015 para reformar diez puestos. Dichos fondos procedían de la Cámara de Comercio, la Comunidad y el Ayuntamiento.