El turrón de guardia es lo que le toca vivir a muchas personas que trabajan en las fechas más señaladas de estas fiestas. Bomberos y sanitarios no se libran de celebrar la Nochebuena y el día de Navidad estando de servicio.

LA OPINIÓN ha sido testigo del ambiente navideño que estos días se vive en el Parque de Bomberos de Cartagena y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Santa Lucía.

Adelaido Nuño fue uno de los cabos de guardia en Nochebuena. Este bombero explica que esa noche se vive de una forma especial en el Parque porque suele ser una jornada de mucho trabajo. «De hecho, la unidad del turno está al completo y nadie puede faltar», recalca. Unas cuarenta personas celebraron la fiesta del 24 de diciembre entre camiones y mangueras de extinción de incendios, la mitad de ellos eran familiares de los bomberos. «Vienen muchos hijos pequeños de compañeros y se lo pasan muy bien jugando en el gimnasio», indica el cabo Nuño.

Emergencia en mitad de la cena

Los bomberos cenaron un catering frío acompañado de solomillo y dorada. Pese al suculento menú de quienes apagan el fuego en Cartagena, no todos pudieron terminárselo en Nochebuena. «Cruzamos los dedos para que las emergencias nos respeten, pero tuvimos que salir parte del equipo a una urgencia en mitad de la cena», explica el cabo mientras recuerda que «son gajes del oficio».

En la UCI del Santa Lucía no hay hora fija para comer el día de Navidad. A las tres y media de la tarde algunos sanitarios aún no habían probado bocado alguno. Uno de los enfermeros dijo que «nuestros compañeros de la noche se pudieron sentar para la cena de Nochebuena sobre las tres de la mañana debido a la gran cantidad de trabajo que tuvieron». El turrón de guardia les toca cada tres años.