El presidente del comité de empresa de Navantia, Eduardo Aranda, alertó ayer tras reunirse con los grupos parlamentarios en la Asamblea Regional de que la producción de los submarinos de la serie 80 sufrirá «un parón de unos meses» el próximo año debido a la modificación del proyecto. Algo que los astilleros han negado rotundamente sentenciando que «no habrá parones en la fabricación del S-80».

Aranda explicó que dicho retraso se debe a que se ha cambiado el sistema de diseño y que ahora se está realizando el proyecto en 3D. Fuentes consultadas por esta Redacción indicaron que este cambio ha servido para mejorar los procesos de fabricación del sumergible, que ya tienen ensamblados mediante soldadura los cuatro anillos que tuvieron que añadirse para corregir el problema de pesos. Algo que ha supuesto que el S-80 incremento su tamaño inicial en diez metros.

Según aseguró el presidente del comité de empresa, se está intentando de que a principio del próximo año puedan disponer de las modificaciones oportunas, pero que no empezarían a trabajar en la línea de producción hasta final de 2016. «Ahí habrá unos meses en los que no tengamos carga de trabajo en la parte del astillero y eso queremos garantizarlo con la gran carena», aclaró. La Armada ya ha pedido informes a Navantia para ejecutar este proceso productivo de mantenimiento de sus naves.

Aranda recordó a los grupos parlamentarios que para eso se necesita una partida presupuestaria. «Les hemos pedido ayuda para despejar el futuro de Navantia. La serie 80 tiene que ser dotada también con presupuesto para los cuatro barcos, no solo para el primer modelo de los S-80», remarcó. Para él, si se garantiza el S-80 y las grandes carenas para el parón de unos meses que va a sufrir el astillero, «hablamos de 2027 para la entrega de la carena S-80. Si el proyecto se mantiene completo, hablamos de una estabilidad del empleo a largo plazo», destacó.

Otro de los problemas que preocupa al comité de empresa de Navantia es el envejecimiento de la plantilla y la pérdida de oficios. El astillero de la ciudad portuaria cuenta actualmente con unos 1.166 trabajadores, cuya media de edad supera los 50 años. Aranda advirtió que en supuesto caso de que se produjera un nuevo ERE como el del año 2004, la empresa perdería el 60 por ciento de los oficios «y eso no se puede permitir». Dijo que la manera de corregir esta situación es crear contratos de relevo o planes de formación específicos de oficio. «Para que así, la gente que tiene esa formación hasta que no transmita sus conocimientos a un trabajador nuevo, no vamos a dejar que se vaya», dijo. Navantia ya ha perdido oficios como los armadores, los rectificadores mecanizadores o los torneros. «Esto genera un problema a Navantia y nos vemos en la situación de tener que subcontratar a un trabajador de una empresa auxiliar», añadió.

La industria naval pide apoyos

El comité de empresa de Navantia presentó, además, una proposición para la defensa de la industria naval en Cartagena. Su intención, según explicaron, es que los partidos les apoyen para defender que el sector naval «siga siendo público y meterlo dentro de la catalogación estratégica». Piden abordar la necesidad de relevo generacional.