La titular del juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena ha acordado, en auto notificado hoy, la libertad de los policías investigados por la muerte de Diego, el hombre cuyo cadáver apareció muerto en la playa Cartagenera de Cala Cortina tras dos semanas desaparecido. Los agentes, están acusados de los delitos de homicidio y detención ilegal cometida por funcionario público. El Tribunal Superior de Justicia ha informado de esta decisión en un comunicado.

La prisión provisional de los seis policías fue decretada a principios de octubre de 2014 dos días después de su detención, acusados de detención ilegal y de la muerte de Diego Pérez, que apareció muerto dos semanas después de que sus familiares denunciaran su desaparición.

La decisión no implica que la acusación que pesa sobre ellos se retire. De hecho, tendrán que comparecer en el juzgado cada quince días. Además, a todos se les aplica la medida cautelar de no salir de España, tal y como detalla la nota del TSJ.

La decisión que toma ahora el juzgado se fundamenta en que la prisión provisional "ha cumplido los fines para los que fue acordada, atendido el transcurso del tiempo desde su adopción, así como principalmente, el estado de tramitación de la causa, en la que ha finalizado la fase de instrucción y en el día de hoy se ha dado traslado para calificar al Ministerio Público por lo que el riesgo de destrucción de pruebas es igualmente mucho menor", explica el auto.

La juez considera que las medidas cautelares de presentarse en el juzgado y la retirada del pasaporte "garantizan de forma suficiente el sometimiento de los imputados al procedimiento que se sigue contra ellos, ya que la totalidad de los mismos, tienen acreditado arraigo personal y familiar en esta localidad". La resolución no es firme y cabe interponer recurso de reforma y apelación.

La decisión de la juez llega después de más de un año de prisión desde que los seis policías nacionales fueron detenidos. Uno de ellos, Gregorio Javier G. M, falleció el pasado mes de octubre en la cárcel de Estremera de Madrid como consecuencia de un problema de salud.

A lo largo de los últimos meses los familiares de los policías acusados han sido muy activos y han celebrado concentraciones públicas para exigir su libertad. Proclaman su inocencia y siempre se han quejado de que no existían pruebas consistentes contra ellos.

Investigación

La tesis principal de la investigación apunta a que los policías nacionales fueron responsables de la muerte de este hombre, que había hecho una llamada a la Policía Nacional asegurando que estaba en peligro. Los agentes acusados acudieron a su llamada y sus defensas han afirmado desde su detención que lo llevaron a Cala Cortina para que se tranquilizara y que le perdieron de vista cuando salió corriendo por el monte.

El tribunal que instruye el caso ordenó la realización de una reconstrucción de los hechos en Cala Cortina y se ha estudiado el contenido de las cámaras del vídeo del túnel que da acceso a la playa para analizar el tiempo que los policías estuvieron en la playa con Diego Pérez.

Los informes forenses apuntaron en un primer momento a que la muerte de este vecino del barrio de 'Las Seiscientas' no fue accidental. Un informe forense posterior encargado por las defensas, se apunta a que su muerte se debió a una caída desde varios metros de altura.

Los policías nacionales acusados han mantenido en todo momento su inocencia y aseguran que no informaron en un primer momento de que en la noche de la desaparición estuvieron con Diego Pérez porque tenían miedo de sus superiores.

Por su parte, la familia de Diego Pérez pide justicia desde el día en que apareció el cadáver en la playa.