«No puedo decir como gerente del Área II de Salud que, en momentos puntuales, no vaya a ver camas en los pasillos de pacientes en tránsito pendientes de ser ingresados», aseguró ayer José Sedes, quien sí avanzó que si el próximo enero la epidemia de gripe «es tan virulenta como la del año pasado y con la misma presión asistencial se usaría una de las plantas del bloque B del Rosell, lo que supondría 34 camas más». De este modo, que el pasado 7 de enero, a la vuelta de las vacaciones de Navidad, «la gripe nos desbordó aquí y, a nivel regional. Ni con las 60 camas que ahora tenemos libres llegaba, y se generaron muchos días de incomodidad para pacientes y familiares». En el hospital del Paseo hay habilitadas entre 110 y 160 camas, añadió.

Sin embargo, señaló que en estos momentos el hospital de Santa Lucía cuenta «con un colchón de 60 camas libres, 30 de la Unidad de Preingreso (UPI), que está ahora cerrada; y otras 30 más de la U25, donde el año pasado estaba la Unidad del Sueño que ahora se ha trasladado a la planta baja del centro sanitario, y añadió que «nuestro objetivo es mejorar la capacidad de respuesta y de reacción para evitar esos momentos desagradables para los profesionales y las familias de los enfermos»

Respecto al plan funcional del Rosell indicó que «nuestro compromiso es que en el primer trimestre de 2016 se habiliten 16 camas de cirugía con ingreso en la primera planta del bloque B, que se unirán a las 14 camas que ya tenemos de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y a tres más que se abrirán en la Unidad de Posquirúrgicos». Dentro de las intervenciones que se valora incluir en esta zona quirúrgica destacan operaciones de vesícula, tiroides, hernias, amígdalas, cirugía de rodilla y hombro, entre otros.

La segunda fase prevista para el último cuatrimestre de 2016 supondrá la apertura de la Unidad de Corta Estancia con 14 camas de observación para pacientes que estén ingresados 72 horas, recordó Sedes.