Investigadoras del hospital Santa Lucía de Cartagena han concluido que determinadas variaciones genéticas están relacionadas con la artritis reumatoide, lo que permite seleccionar mejor los tratamientos con antiinflamatorios para que sean más eficaces.

Las facultativas María José Gonzálvez y María Jesús Zamora han llegado a esas conclusiones en sus tesis doctorales tras analizar la relación de las posibilidades de sufrir ese tipo de dolencias inflamatorias crónicas con ciertos polimorfismos (variaciones minoritarias de un gen que aparecen en más del 1% de la población).

En sus estudios, ambas doctoras evaluaron esos factores genéticos en pacientes con artritis reumatoide, y también la respuesta que esos pacientes ofrecían al recibir un tratamiento con el fármaco denominado «infliximab».

Ese medicamento es una novedosa terapia antiinflamatoria que puede bloquear el factor de necrosis tumoral, una molécula responsable del proceso inflamatorio en las articulaciones y causante del daño en el cartílago y del aumento de la resorción ósea en el paciente.

De esa manera, comprobaron qué variantes genéticas tuvieron una mejor respuesta a los tratamientos, lo que permite corregir y mejorar los mismos para ofrecer mejores resultados a los pacientes.