La caída de varios cascotes de hasta cinco kilos de peso de la cornisa de la iglesia castrense de Santo Domingo obligó ayer a los bomberos a balizar la fachada de acceso al templo situado en la calle Mayor, en pleno centro histórico de la ciudad. Los hechos ocurrieron sobre las cinco y media de la mañana. Los trozos de cornisa se precipitaron sobre el pavimento de la calle y, los bomberos utilizando una grúa comprobaron que había más piezas con peligro de desprendimiento.

Asimismo, verificaron que la hornacina que corona la fachada se encontraba desplazada, con el hormigón muy agrietado por la oxidación de su armadura, informó en un comunicado el ayuntamiento de Cartagena.

Después de que los efectivos de Extinción de Incendios sanearan la fachada, la Policía Local balizó el entorno dejando un paso peatonal. El incidente pilló por sorpresa a decenas de turistas del actocrucero Oceana, que atracó ayer en el puerto a las ocho de la mañana con más de 1.800 pasajeros, quienes nada más empezar a andar por el centro se tropezaron con las citadas vallas de protección. Los técnicos de Urbanismo acudieron a la iglesia y emitieron un informe sobre el estado de la fachada y las medidas que deberá acometer la propiedad del templo, para arreglar la fachada y evitar nuevas caídas de cascotes a la vía pública. «Hay una orden de ejecución donde se le indica a la propiedad que en 24 horas debe revisar y sanear la fachada consolidando los elementos , y presentar un certificado ante Urbanismo», señaló el Gobierno.

Un portavoz de Defensa -propietaria del templo- señaló que mañana, hoy para el lector, «un técnico del Arsenal y la empresa que han contratado para valorar la situación visitará la iglesia y comprobará los daños. Se tomará una decisión a primera hora de la mañana y verán si es preciso cortar la calle o no».