Que alguien elija Cartagena para hacer de Beirut no es nada sorprendente habida cuenta de los ajustados presupuestos de rodaje que cuanto menos se toque el decorado mejor, y visto lo visto poco han tenido que cambiar en el entorno del Monte Sacro y el Molinete. La realidad supera a la ficción.

Que alguien, siendo alcalde, se presente con una pancarta reivindicativa en un acto religioso con lo de 'Obispo, por caridad, arregla la catedral' nos hace a todos iguales ante los ojos de Dios, pero mucho más ante los de la iglesia. Se evidencia que da lo mismo noble que plebeyo, ante la curia todos iguales, inoperantes.

Que alguien, después de pagar su hipoteca, se vea condenado a no poder dormir y aumente el gasto sanitario por migrañas, depresión, insomnio y todo por tener un piso en la calle del Aire, suena raro, salvo que la cosa vaya de votos y tres mil trasnochadores puedan más que trescientos insomnes.

Hemos derruido los locales del puerto, que es donde tenía que estar la fiesta, porque no fuimos capaces de conducirles. Nos faltó flauta y nos sobraron ratones.

Que alguien se atreva a enmendar la plana a su jefe, cuando su jefe viste de blanco y recibe órdenes directas de su antecesor San Pedro es como poco atrevido, habida cuenta que este asunto de la Iglesia necesita del voto de obediencia, más que el de castidad y el de pobreza para perpetuarse. Es que no saben cómo nos las gastamos los cartageneros, que cuando nos ponemos, nos ponemos y por saber, sabemos hasta lo que es más abominable a los ojos de Dios, como el matrimonio homosexual, por decir algo.

Que alguien consiga crear una web con dinero público, le llame portal informativo y luego resulte que la razón de fondo sea disponer de altavoz con volumen propio o hacer desmentidos de los medios independientes, no me digan que no les suena a otra época, como si no fueran suficientes los comunicados y las ruedas de prensa. Ahora va a resultar que no nos fiamos de los medios porque no sabemos quién controla al controlador en este mundo cuasi libre y eso no es bueno para el invento.

Estas cosas le pasaban al movimiento, por eso creo el No-Do, le pasa a la gente de Venezuela y a los de la Tuerka, que no se si pueden o no pueden, pero nunca lo hubiera imaginado necesario para el ayuntamiento de Cartagena.

¿Que qué lío de artículo es este? pues eso, que no consigo desgranar más de media docena de líneas sobre ningún tema, a la que hace siete me desborda un inevitable Je suis Paris y no sé por dónde seguir, pierdo el hilo, se me enreda con los muertos, con los heridos que acabarán muriendo, se me confunde un atentado terrorista con guerra santa inevitable, se me desata con que en Canadá o en Rusia parece no haber atentados ni tenerlos previstos, se me trastorna el teclado cuando leo que la culpa es nuestra por venderle armas a Arabia que dicen que financia al ISIS. y la suma juega a multiplicarse con muertos abatidos por la propia sangre que ellos cocinaban en su trastienda aquí o en Siria.

Que alguien elija morir para matar no estaba en el guión, nada podemos ofrecer por encima de la salvación eterna, perdemos seguro, Je suis Paris... Je suis Paris...