Las obras de recuperación del monasterio de San Ginés de la Jara llevadas a cabo por la empresa Hansa Urbana, después de que un fallo judicial obligara a la propietaria del inmueble a acometer estos trabajos, garantizan la supervivencia del monumento y frenan su deterioro, avanzó ayer a esta Redacción el profesor Francisco Sánchez, profesor de la Universidad Católica (UCAM) y arquitecto director de las obras de rehabilitación.

Sánchez pronunció ayer la conferencia inaugural en el acto de apertura del curso académico del centro adscrito de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned) de Cartagena. Sobre el estado actual del monasterio, el profesor y director de las obras explicó que «en diciembre de 2012 se comenzó a trabajar en el ala sur del claustro y, poco a poco, vamos incorporando fases de consolidación y estabilización y de nuevas estructuras; y consideramos que hemos detenido el proceso de degradación del monumento».

Asimismo, Sánchez, quien acaba de llegar de Bolivia y del Politécnico de Milán, añadió: «A partir de aquí queda la recuperación integral del edificio, para lo que habrá que dotarlo de un uso adecuado y terminar de completar las condiciones de financiación».

Las tareas llevadas a cabo hasta ahora han supuesto una inversión de entre 200.000 y 300.000 euros y se han centrado en el aula sur del monasterio -más deteriorada- así como obras en las cubiertas del campanario y la terraza de la torre.

Sin embargo, sí aclaró que estos trabajos ya determinan una parte de cómo quedará el edificio -en lo que se refiere al ala sur del claustro- y algunos elementos del campanario y la cubierta de la torre fuerte». Estos trabajos han supuesto la excavación dos metros por debajo del pavimento actual con el objetivo de dotar de un muro de apoyo que sustenta la estructura desde el interior, expuso el profesor durante su conferencia ante un auditorio abarrotado de público, entre autoridades y personal de la Uned.

«Desconozco sí hay conversaciones en torno a la financiación», dijo, aunque sí afirmó que el proyecto de rehabilitación integral «se puede articular por fases o de manera continua en función de las disponibilidades económicas».

El citado proyecto está planteado desde 2006 y completado con estudios arqueológicos en 2008 y 2010, «con lo que ahora mismo disponemos de la toda la argumentación de investigación que hacía falta para abordar con seguridad científica y constructiva todas las tareas; y comprobar que las hipótesis que habíamos hecho en el proyecto de construcción y recuperación de determinados volúmenes se corresponde a la realidad histórica del edificio», argumentó. Destacó el origen conventual canónico del inmueble y el hecho de que a lo largo de la reconstrucción se pueden observar distintas actuaciones desde el siglo XXI hasta el siglo XIII. El proyecto se podría llevar a cabo en el plazo de año y medio ó dos años si tuviera una continuidad, «aunque ahora mismo creo que la dificultad más importante es la disponibilidad económica», apostilló.

Durante el acto se recordó la figura de Antonio Acosta, tutor del centro que falleció en agosto.