Dos puntos de vista totalmente distintos enfrentan a los antiguos profesores de la Escuela de Turismo y a la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), junto a los alumnos del grado. Y es que, tras abandonar la impartición del título la empresa privada que tenía un concierto con la Politécnica por problemas económicos, el enfrentamiento se ha agravado.

Por un lado, los antiguos docentes de la Escuela denuncian que pese a haber profesores en plantilla, la UPCT ha recurrido a docentes de la institución para impartir un grado, pese a que carecen de la formación adecuada para hacerlo.

Asimismo, critican que las asignaturas de idiomas serán impartidas a través de cursos ofertados por el Servicio de Idiomas de la Universidad. Además, los profesores van más allá y aseguran que en el proceso de evaluación de las convocatorias de julio y septiembre «algunos docentes hemos recibido actas amañadas en la que alumnos que no se presentaron al examen aparecen como aprobados».

Finalmente, los docentes ponen en duda la acreditación del título por la ANECA, ya que la autorización se basa en el trabajo desarrollado por la antigua Escuela y su profesorado durante los últimos cuatro años. «Los cambios recientes afectan al Plan de Estudios y deberían ser sometidos a una inspección por expertos nacionales en el ámbito académico», señalan.

En el otro lado se encuentra la propia institución pública, que ha asumido la impartición del grado de Turismo y que trabaja para crear el título para el próximo curso. De hecho, las clases ya se desarrollan en el antiguo CIM y desde la UPCT se afirma que todo el proceso de exámenes de junio y septiembre está dentro de la normativa de la Politécnica, aunque reconocen que «el proceso no se hizo de la forma más idónea».