Unos 6.000 camiones atravesarán la Región de Murcia con tierra tóxica de Palomares rumbo a Estados Unidos. Estos datos han sido calculados por un grupo de expertos entre los que se encuentran geólogos conocedores de las características del terreno contaminado de la localidad almeriense de Cuevas de Almanzora, diversos ecologistas y profesionales del transporte de mercancías peligrosas.

Según los profesionales cada camión tendrá capacidad para llevar en carga hasta un máximo de ocho metros cúbicos de los 50.000 que se calcula que aún quedan de tierra dañada por los residuos radioactivos.

La zona está afectada desde que en 1966 un avión yanqui cargado con cuatro bombas termonucleares colisionara con otra nave en pleno vuelo mientras repostaba. Aquel mismo año en el que ocurrió el accidente los hombres del tío Sam ya retiraron hasta 1.400 toneladas de tierra en bidones.

Sin embargo, dado la orografía del terreno a tratar en esta ocasión, tampoco se descarta que los movimientos se realicen en grandes contenedores estancos. Y es que tendrán que ser retiradas tanto zonas de arena como formaciones rocosas de sierra. Según los geólogos el punto radioactivo de Palomares está formado principalmente por tierra arenosa y árida que era utilizada antes del percance para el cultivo. Los transportistas indican que este tipo de arena facilita las labores de traslado y minimiza el número de viajes puesto que su densidad hace que quepan más kilos de peso en la carga.

Como explica desde COAG Vicente Carrión, presidente de los agricultores murcianos, «el problema matemático es simple. Un camión puede transportar un máximo de 24.000 kilos y se estima que cada metro cúbico de tierra, incluida las formaciones rocosas, pesa de media unos 3.000 kilos. Por lo tanto, cada tráiler llevará como máximo ocho metros cúbicos de residuo».

El proyecto planteado por Estados Unidos y España pasa por construir una carretera que parta desde la provincia de Almería y pase por Águilas cruzando Lorca, Mazarrón y Fuente Álamo hasta llegar a Cartagena. Está previsto que los 50.000 metros cúbicos de residuos sean llevados en barco por mar desde la ciudad portuaria hasta el país norteamericano. La ejecución de esta operación bilateral entre ambos estados podría prolongarse uno o dos años por los trabajos previos que deben llevarse a cabo. La misma deberá ser aprobada por el nuevo Gobierno español tras las elecciones generales de 2015.