El destino quiso que ayer al mediodía cinco ciudadanos se salvaran de ser aplastados por un árbol de grandes dimensiones que cayó sobre un coche de una autoescuela en la avenida Reina Victoria. Cinco segundos antes de que el árbol se desplomase sobre un turismo estacionado en la acera, dos señores pasaron justo por al lado del coche y una vecina -que bajó a echar la basura a los contenedores- rodeaba el turismo.

Asimismo, los dos jóvenes ocupantes del coche lograron salir del mismo, una vez que el árbol ya se había caído. «Hemos oído un estruendo tremendo. Menudo susto», señaló uno de los testigos, quien junto con su amigo ayudó a los ocupantes del vehículo a salir del mismo.

Como consecuencia del susto, la mujer sufrió una crisis de ansiedad relató a esta Redacción uno de los testigos. Hasta la zona se desplazó una ambulancia del 112. Afortunadamente todo quedó en un gran susto y no hubo que lamentar daños personales, aunque el vehículo quedó destrozado.