No sé de nadie que habiéndolo conocido lo haya olvidado. Es difícil olvidarlo, simplemente porque ha pertenecido a la «buena gente». Paco nos dejó a los 84 años el pasado día 17, y nos consideramos afortunados por haberlo conocido y por haber compartido con él su vida de defensa de «los suyos», los trabajadores, pensionistas, los estudiantes, lo que consideraba «su clase».

No es posible hablar del movimiento obrero en Cartagena, de la creación de CC OO, del sindicato en Bazán, de la transición, de la lucha contra la dictadura, etc€ sin que aparezca su figura, siempre en un segundo plano, pero repito, nadie lo olvida, pues irradiaba humanidad, cercanía, cariño y una bondad natural que hemos disfrutado y que compartía con su gente, con Sole, con sus hijos y sobretodo con sus nietos.

Sus últimos años los vivió también en el Campo de Bolos de Cartagena con sus amigos y he podido comprobar el cariño que se le procesaba, tanto sus compañeros jubilados como los más jóvenes y trabajadores de la zona. Nunca dejó de ser militante obrero, de enseñar a los jóvenes, pero lo que más aprendimos de él, era que había que predicar con el ejemplo. Excelente profesional en los distintos trabajos que realizó, comprometido con su clase y siempre pendiente de que aprendiéramos lo necesario que era organizarse.

Francisco Martínez Rosique, es sin lugar a dudas un referente social para muchos de nosotros, alguien que nos enseñó a luchar por un mundo mejor, a situar dónde están las fuerzas que no desean un mundo mejor y que era profundamente respetuoso con los «suyos» aunque no pensaran como él. Los que hemos compartido alguna parte de su existencia estaremos siempre agradecidos de haberlo conocido. Gracias Peluca