«Ahora toca volver a madrugar. Están muy ilusionados con el primer día de colegio, y los últimos días los hemos ido acostumbrando a levantarse temprano», señaló Eduardo, padre de dos niños del colegio Atalaya, que ayer comenzaron el curso escolar. En Cartagena fueron unos 23.740 escolares de Infantil y Primario los que llenaron las aulas de más de 60 centros del municipio.

La jornada transcurrió sin incidentes, ya que la lluvia dio tregua a los escolares durante la mañana. «Cada año les cuesta más volver al colegio, pero tienen muchas ganas de ver a los amigos», indicó el abuelo de un niño.

Para evitar atascos en la entrada de los centros, la Policía Local controló los accesos en los puntos más conflictivos, aseguró el edil de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar.

Con motivo de la inauguración del curso escolar, la consejera de Educación, María Isabel Sánchez-Mora, visitó el colegio Atalaya y destacó que este año «más de 18.500 estudiantes tendrán ayudas para el transporte escolar, de los que un total de 5.019 se beneficiarán también del servicio de comedor completamente gratuito».

Sánchez-Mora aseguró que «está previsto hacer una obra más en el colegio Santa Florentina de La Palma por un importe de 56.518 euros, que consistirá en la construcción de un aula y la mejora de los accesos al mismo». Este curso escolar comienza en el municipio con ocho aulas prefabricadas.

Sobre este punto, la titular de Educación indicó que «es un compromiso del Gobierno regional continuar dotando a Cartagena de las mejores instalaciones educativas y en esa línea seguimos trabajando».

Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres (FAPA), Roberto Navarro, recordó que aún no se ha convocado el consejo escolar municipal y señaló que, «a través de nuestro banco de libros hemos ayudado a más de 150 familias de la comarca con el intercambio de más de medio millar de libros». Respecto a las incidencias registradas ayer, sólo señaló «algunos problemas en el colegio de Roche por inundaciones en la zona de Infantil y la falta de techado en los accesos de los escolares más pequeños».