La Policía Nacional de Cartagena ha detenido a un hombre que simuló estar secuestrado y a su cómplice, quien hizo varias llamadas a los padres del primero para exigirles el dinero que tenían ahorrado, bajo amenazar de matar a su hijo. Ambos son vecinos de una diputación del municipio.

El detenido de 33 años sufre una fuerte adicción al juego y a la cocaína y se inventó el secuestro para 'vaciarle' una cuenta bancaria a su padre, explicó ayer en un comunicado la Comisaría. Las investigaciones comenzaron el pasado 21 de julio, cuando una persona acudió a la Comisaría informando de que su hijo había sido secuestrado y de que sus captores se habían puesto en contacto con él y con su esposa exigiéndoles una cantidad de dinero para su liberación. Ante esta situación, la Comisaría activó el protocolo de secuestros, que incluía el desplazamiento de un negociador enviado por la Jefatura Superior de Murcia, así como todas las medidas policias y judiciales correspondientes en estos casos.

Los padres del supuesto secuestrador indicaron que habían sufrido múltiples amenazas de los captores con frases como «voy a matar a su hijo» o «voy a cortarle las piernas», además de demostrarles con datos que tenían información fiable de todas sus propiedades, así como datos concretos de sus nietos -como el colegio en el que estudian- y sugiriéndoles que podían sufrir un accidente.

Añadieron que «en alguna ocasión habían podido hablar con su hijo, quien les suplicaba que pagaran lo que se les reclamaba porque lo iban a matar si no lo hacían». Cuando los funcionarios policiales tenían todo el dispositivo iniciado y preparado para localizar a los secuestradores, recibieron la llamada del padre informándoles de que su hijo había aparecido en perfecto estado de salud. Los agentes lo acompañaron a Comisaría para tomarle declaración. Tal y como sospechaban, «todo había sido una denuncia falsa por lo que el detenido confesó tras incurrir en varias contradicciones», añadieron.

Así, los agentes procedieron a detenerlo por un delito de amenazas condicionales, así como a su cómplice, de 31 años, que resultó ser el gerente de un club de póker ilegal, donde el supuesto secuestro generaba su deuda. Ambos fueron puestos a disposición del juzgado de guardia el lunes y ayer el juez decretó su libertad con cargos.