«He vuelto a nacer». Con estas palabras comenzó Rafael Ros, un abogado de 26 años, su mensaje en las redes sociales tras salvar su vida después de tropezarse con un kamikaze que circulaba la noche del miércoles en sentido contrario, «a unos 150 kilómetros por hora», precisó

El accidente ocurrió en la carretera de La Manga, a la altura del desvío al polígono Cabezo Beaza, y estuvo a punto de costarle a la vida al joven letrado. Por suerte, pudo dar un volantazo y esquivar al kamikaze. «Gracias a Dios sólo me rozó el lateral del coche. El retrovisor ha quedado totalmente desintegrado, hecho trizas. El coche se agarró bien al asfalto y pude enderezarlo, todo quedó en un susto», recordó el abogado, quien como consecuencia sufrió una contusión en la cabeza, erosiones por el brazo y dolencias cervicales.

Descarta una confusión

Acto seguido, Rafael puso las luces de emergencia del coche y, tras varios intentos fallidos de arrancarlo, logró salir de la carretera hacia el hospital, donde le atendieron de «los golpes menores» que sufrió en el accidente. El lugar del siniestro, añadió el abogado, «es un tramo imposible de confusión al volante», ya que se trata de un desvío de acceso al polígono industrial.

Pese a que el joven letrado de 26 años sólo recordaba que el vehículo «era oscuro», ayer fue a Comisaría a poner la denuncia por el incidente que casi acaba con su vida. Rafael, además, no dudó en lanzar una última reflexión a través de las redes sociales. «El que se quiera matar, adelante, pero que no juegue con la vida de los demás», concluyó su mensaje, en alusión al conductor kamikaze.