Hasta cinco patrullas de la Policía Local hicieron falta la madrugada del sábado para garantizar la seguridad en la zona de botelleo de la entrada de Cabo de Palos. El lugar, que se encuentra pegado a la autovía junto a un supermercado y la discoteca Mamaluna estaba frecuentado por cerca de un millar de jóvenes cuando se desarrolló el operativo.

Los diez agentes disponibles procedieron, por primera vez en lo que va de verano, a cortar el acceso del tráfico rodado al aparcamiento público donde los jóvenes se reunen para beber antes de entrar a las discotecas próximas. No obstante, es habitual que se impida circular a los automóviles en otros puntos como Las Dunas, donde la Policía Local impide el acceso en coche durante las noches del fin de semana. Los veraneantes se quejan de que esto provoca que más trafico y que la gente haga botelleo por todas partes.

El objetivo, según fuentes policiales, es «garantizar la seguridad de la zona y el descanso de los vecinos debido a las molestias que ocasionan el alto volumen de los equipos de sonido de los automóviles». Al margen de esto, cabe resaltar que el fin de semana pasado uno de los vehículos policiales recibió el impacto de varios cubitos de hielo mientras patrullaba junto al botelleo.

No multan a nadie por beber

Uno de los jóvenes que se encontraba en el aparcamiento señaló que «la Policía no multa a nadie por beber en la calle», pese a que la ordenanza no permite el consumo de alcohol en la vía pública. Otros también apuntan que es mejor que corten el tráfico porque así hay más seguridad.