«Estamos ante un verano en el que las pateras han vuelto a proliferar». Así lo creen fuentes de la Guardia Civil tras interceptar entre el martes y ayer una nueva embarcación ilegal con ocho personas a media milla de Cabo de Palos. Según una nota de la Benemérita, el operativo se inició la tarde del martes, al tener constancia de una patera -de cinco metros de eslora y con dos motores de 55 caballos- con inmigrantes irregulares que llevaba rumbo a Cala Reona.

Según fuentes consultadas por esta Redacción, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil tuvo que acudir a la zona con una embarcación neumática, ya que la falta de personal en el servicio -tal y como ya denunció la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) la pasada semana- provocó que no pudiera emplearse la patrullera del instituto armado. Así, según las mismas fuentes, dos agentes fueron los encargados de llegar hasta la embarcación de los extranjeros y remolcarla hasta tierra.

Durante el trayecto, los ocho inmigrantes, al verse remolcados por una embarcación neumática y por sólo dos guardias civiles, huyeron saltando al mar y nadando hacia tierra. No obstante, la actuación de los agentes provocó que dos de ellos fueran interceptados, aunque los otros seis consiguieron escapar.

Tras una batida por la zona, la Benemérita estableció un dispositivo de búsqueda por tierra, con patrullas de seguridad ciudadana; mar, junto a Salvamento Marítimo; y aire, con el helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, con el fin de ayudar a los inmigrantes en el agua, al objeto de evitar ahogamientos, aunque finalmente lograron llegar a tierra.

Uno de ellos fue localizado en la playa de Calblanque, mientras que una patrulla de Seguridad Ciudadana encontró a otros dos en la carretera del parque natural y en Playa Honda. A primera hora de ayer, se localizó al resto de inmigrantes en Playa Paraíso, Playa Honda y Los Belones, dando por concluido el dispositivo de búsqueda.